lunes, 20 de julio de 2020

EL TAMAÑO Y VIDA DE UN HOMBRE ENTRE ANÉCDOTAS, FICCIONES Y VERDADES

EL TAMAÑO Y VIDA DE UN HOMBRE ENTRE ANÉCDOTAS, FICCIONES Y VERDADES

Por Oscar Cordova Sanchez

Las anécdotas constituyen un hecho importante para armar la memoria colectiva y así percibir en la historia oficial de un lugar o de un personaje. Suele ser dirigido a través de un sector social que enmarca y delimita las grandes pericias y alcances que se tuvo de algún personaje o de algún hecho. Por lo mismo la anécdota a través de la historia oral, puede sufrir variaciones durante años antes que están sean escritas y puestas en un documento. 

Pero estas pueden mostrar un conglomerado de verdades y falsedades, logrando así desviar la información extraída. Comúnmente en nuestro país existe una amplia gama de anécdotas sobre diferentes hechos en un determinado tiempo y lugar, pero lamentablemente no están recopiladas en un texto oficial que delimite entre lo verdadero y lo anecdótico. La historia oral en nuestro país es muy variada, pero ésta tiende a sufrir variaciones con el tiempo y la información puede ser, en muchos casos, errónea. 

Es el caso del cochabambino Manuel María Camacho Medrano; donde la visión de la prensa, la anécdota y el uso de su nombre expandió muchas conjeturas que hasta el día de hoy se cuestionan.



Para entrar en la síntesis del paso de éste hombre, sacamos datos de fuentes antiguas y  recientes; y al ver que la información de la prensa se mostraba deliberadamente equivocada, éste era un factor que determina en la causa principal para que sigan existiendo dudas sobre su vida y también - mucho más - sobre su muerte.


NACIMIENTO DE MANUEL CAMACHO

Según fuentes que más se toman en consideración sobre la fecha de su nacimiento, dicta que fue el 05 de agosto de 1899. Mientras que otras - y menos observadas - datan su nacimiento en el año 1904. Esto va añadido también por conocer el verdadero nombre de sus padres, donde existen dos versiones que difieren. El periódico La Razón menciona a sus padres, como Pablo Camacho y Juliana Medrano respectivamente. Mientras que el periódico argentino La Gaceta los nombra como Juan Camacho y Paulina Medrano. ¿A quién creer?

DESARROLLO DEL MITO

Estamos de acuerdo en su lugar de nacimiento. Nació al sur de la ciudad de Cochabamba, en la localidad llamada Jaihuayco, un lugar que en el tiempo de Manuel Camacho se realizaba la fabricación de ladrillos y era una zona agrícola en los primeros años del siglo XX. Tuvo cinco hermanos, de los cuales uno fue a la guerra del Chaco.

El pequeño Manuel no fue a la escuela a su corta edad y sólo se limitaba a hablar quechua, pero varios años después, ya en la fama alcanzada por su altura, dominó - lo mínimo - el idioma español. 

¿QUIÉN LO DESCUBRIÓ O QUIÉNES LO DESCUBRIERON?

Manuel Camacho fue víctima del miedo de su comunidad; su vida infantil y de adolescente no fue muy buena. No ingresó tempranamente a la escuela - fue recién en 1929, que ingresó a la escuela Ismael Vásquez - ni fue al cuartel por las condiciones que su familia le imponía. Se decía que lo querían quemar, que lo miraban con terror y que no debía salir de su casa, que era la maldición del pueblo por semejante "criatura"; pero todo esto queda en la tradición oral. Sin embargo había una entrada para que la gente aceptara al “gigante Camacho”…era en el mundo del boxeo. Al joven Camacho le ofrecieron diversas ofertas para entrenarlo y que logre enfrentarse a rivales de talla mundial.

Entre las diferentes conjeturas que hablan sobre quién lo descubrió, está la del escritor Armando Montenegro en julio de 1923, que describe lo siguiente: "Fue descubierto en la región de Jaihuayco el gigante Camacho, por un robusto joven indigenista y comunistoide llamado Luis Ramos". Otros, como su propio hijo Gerardo Camacho, años más tarde, menciona que fue descubierto por el diplomático argentino Miguel Seleme en el año 1932, mientras Camacho ayudaba a levantar el carro del diplomático que estaba atascado en un montón de barro cerca de su casa en Jaihuayco.

EL BOXEO Y SUS CONSECUENCIAS 



Manuel Camacho fue una persona humilde, generosa y amable. La gente, una vez que logra ver al hombre de 214 centímetros de altura y que llegaría hasta los 232 centímetros años más tarde, se amontona para ocupar un asiento en el teatro Achá de Cochabamba para ver la exhibición del ahora llamado "Gigante" Camacho. 


Su primer contacto empresarial en el boxeo fue Miguel Seleme, quien lo llevó a los departamentos de Potosí, Oruro y La Paz. Su futuro se fue haciendo visible en el mundo de la lucha libre, boxeo y lucha greco - romana. Era hábil con las maniobras, añadiendo una fuerza que hacía rendir a sus contrincantes. Entre sus rivales que tuvo fueron Kentaro Hara, maestro del jui-jitzu; Esteban Barnes, luchador norteamericano; Jack Peter, campeón  australiano de box. Cada una de estas peleas estuvieron envueltas de un público dichoso de tener un representante del país. 


RETO DE IVAN PETROVICH

El "Gigante" Camacho, con la fama puesta a su tamaño y fuerza, tuvo una pelea con el luchador polaco Iván Petrovich, esto fue a favor de un reto que le hacía el polaco en Cochabamba a Camacho. Armando Montenegro, describe ésta pelea: "Fui el referee, frente a un público aullante que llenaba el teatro Achá. Comenzó la lucha, Camacho tratando de acostarse encima de Petrovich y éste colocando tantas llaves como si Camacho fuera una cosa vieja y crujiente cerradura. En cierto momento del combate y desde la supina posición a que lo sometía la fuerza del activo Ivan Petrovich, el gigante musitaba en quechua, palabras con que pretendía ganar mi parcialidad:

- Joven ay, kacharichihuay..., kacharichihuay. Nanahuaskan...Supay Gringo (Que me suelte, que me suelte. Me duele. Gringo del Diablo). Petrovich considerándose ya el vencedor, me miraba con ojos asesinos y ajeno al lenguaje de Camacho, desconfiaba. Por fin sonó el gong, finalizando el encuentro. El polaco hallábase montado sobre el gigante como sobre un caballo percherón. En cumplimiento de mi deber de juez, paré la pelea y declaré empatado el combate".



SU PELEA CON EL ARGENTINO LUIS ÁNGEL FIRPO ¿REALIDAD O FICCIÓN?

Existen dos versiones aún no esclarecidas sobre Manuel Camacho y su "dudoso" enfrentamiento con Luis Ángel Firpo, más conocido como el "Toro de las Pampas", en esta primera anécdota se anota que su enfrentamiento fue en el "Olimpic Ring". Pero no hay más datos...ni fecha ni año de la pelea, ni siquiera si hubo un dato sobre el resultado de la pelea. Por lo  mismo, recientemente se fue sacando algunas aclaraciones sobre si realmente el "MachuCamacho", nombre con que entraba a pelear, se enfrentó al "Toro de las Pampas". 

Está segunda versión, que salió de la revista Clarín, fue respaldada por muchas personas y de forma más verdadera, recientemente. Fue en el año 1925, centenario de la República, que Luis Angel Firpo había vuelto al continente sudamericano, y después de haber derrotado al norteamericano Jack Dempsey, en septiembre de 1923. Mientras se dirigía a su tierra natal argentina, descansó unos días en un hotel de la ciudad de La Paz, llegaba a través del ferrocarril que venía de Arica para llevarlo a Villazón y de ahí a suelo argentino. El público paceño, al saber de su llegada, se dirigió a la Estación Central y vieron al púgil argentino, de tanto alboroto, le llegan una serie de golpes y empujones, al cual Firpo responde con su derecha y con total normalidad. La gente se enfureció y quiso, después, entrar al lugar donde se hospedaba. Mientras tanto Manuel Camacho, llegaba a la ciudad unas semanas antes para el protocolo del Centenario de la República, siendo invitado por el mismo Bautista Saavedra. La gente al saber que el cochabambino se encontraba en la ciudad, lo fue a buscar. Pero ya era tarde la reacción del pueblo paceño. El "Toro de las Pampas" había dejado la ciudad y se marchó a su país. Ésta crónica se encuentra en la mencionada revista y es más creíble por la óptica actual. Camacho se ganaba el pan de cada día luchando, mientras que Firpo recibía miles de dólares sólo por exhibición. Gran diferencia...


CENTENARIO DE LA REPÚBLICA, EL ENANITO "AYALITA" Y LA ADMIRACIÓN EXTRANJERA



Nos encontramos ahora en el año 1925. Un nuevo año más de la fundación de la República de Bolivia. El presidente Bautista Saavedra ya había dejado su sello personal e individualista al concretar una serie de actos en diferentes partes del país. Así que quería mostrar lo mejor y también lo más exótico. Saavedra sabía a través de la prensa de la existencia de Manuel Camacho Medrano, el "Gigante Camacho". Pero también sabía de otro hombre, que a diferencia de Camacho, era mucho más pequeño en estatura. Su apodo era el "Enano Ayalita", oriundo de la zona de Cala Cala en Cochabamba. Era pues, un plan magistral para Saavedra traer a estos hombres que por su tamaño serían vistos como una "diversidad" en la raza aymara y quechua. La invitación fue aceptada, Camacho y Ayala fueron parte del show en la Exposición Internacional de La Paz. El escritor paceño Néstor Taboada Terán, hace alusión a este hecho: "El presidente que no era autoritario le pidió que le colaborará en el programa nacional de las celebraciones del Primer Centenario de la República. Ni corto ni perezoso viajó a La Paz en el tren ordinario. Y con el Enano de Cala Cala, vestidos de frac, con negros faldones, largos y estrechos, camisas blancas con corbata de tipo gato, se exhibieron en las puertas del Parlamento. ¡Juntos el más grande y el más pequeño de los hombres del país! Las misiones diplomáticas acreditadas ante La Paz, profundamente impresionada por el contenido humano y filosófico de la exhibición, encarecieron a sus esposas e hijas fotografiarse en los brazos del Gigante. 

Tomaba profesionalmente a cada una en sus brazos, y ellas cómodamente sentadas, posaban para la posteridad. Damas, cholas y birlochas desfilaron por sus manos".


TUCUY SONKOYHUAN SALUDANI CAY HUANKE JATUM HACCTATA (DE TODO CORAZÓN SALUDO A ESTE GRAN PAÍS HERMANO)



Pasados unos años, Manuel Camacho para solventar a su familia, tenía esposa e hijos, conservaba aún nexos con varios empresarios que lo habían promovido años antes y gracias a su estatura, se va a vivir a Argentina. Gracias a una invitación para que sea parte de una serie de enfrentamientos en box, que posteriormente lo dejaría para ser parte del Gran Circo Norteamericano. Su hijo Gerardo Camacho menciona sobre el maltrato que sufrió su padre: "La gente dice que este político -refiriéndose a Seleme, el argentino que lo promovió años antes en el boxeo - se aprovechó de mi papá, que le hacía propaganda y cobraba a la gente por verlo ¡Vengan a ver! ¡Al hombre más grande del mundo! ¡Come medio cordero al día y bebe agua de un turril! Algunas veces salía de la mano de unos enanos que resaltaban su gran tamaño, otras, junto a un joven de 18 años para decir que era su “pequeño hijo” de 11. Todo era la mentira del circo para llamar la atención". Mientras seguía siendo exhibido en el Circo. Fueron muchos galenos a realizarle estudios fisiológicos y sanguíneos. Pero no encontraron ningún problema ni enfermedad. 

Aquí en Bolivia, médicos como Carlos Aranibar mencionaban que era acromegálico. Esto supone un mal pronóstico ya que no hubiera podido realizar ningún deporte de forma normal en su vida. El "Gigante Camacho" por ese tiempo, posiblemente ante la falta de insumos económicos para su familia y bienestar, vendió su cuerpo en vida a un grupo de científicos para realizarle estudios cuando falleciera y posteriormente exhibirlo en un museo.

Durante cuatro años estuvo trabajando en el Gran Circo Norteamericano, donde viajó por diferentes partes del mundo y del país, mostrando la portentosa genética que se le había dotado la naturaleza, después estuvo trabajando en otros oficios. En los conflictos armados de la guerra del Chaco, se apartó del movimiento bélico, pero recibía cartas de sus vecinos en Jaihuayco y leía sobre sus experiencias al sureste del país. Durante su estadía en Argentina - su nieto afirma que estuvo viviendo 27 años en suelo argentino - siempre vistió con terno, corbata, camisa y pantalón. De manera elegante.

Se lo veía serio, amable y bondadoso. No tenía rencores con nadie ni tampoco fue objeto de burla en ese país que lo conocían como el "Rascacielos Humano" y que lo citaran como "la representación genuina del trashumante diplomático sin etiqueta de nobleza, ni blasones de rancia prosapia, pero eso sí con la admiración de ser el Gigante Boliviano". 

Finalizada la guerra del Chaco, se fue a vivír a Tucumán para luego vivir en Buenos Aires; ya posterior a su trabajo en el Gran Circo Norteamericano. El argentino Isidoro Blaintein comenta su anécdota sobre Manuel Camacho: "Yo lo recuerdo irremediablemente vestido de "cowboy", bamboleando su soledad, caminando por las calles de Almagro precedido por el enanito que repartía los volantes de propaganda, y el hombre del trombón, vestido de escarlata con las letras bordadas en la espalda que decían "Gran Circo Norteamericano". Camacho seguía caminando, sin un gesto en la cara lampiña, una cara enorme de lunes para siempre".

ÚLTIMOS AÑOS

Manuel Camacho, quiso ser normal, que nadie más se fije en su estatura como medio de entretenimiento. A saber de esto, su esposa Vicenta Gamboa, que era 14 años menor que Camacho, lo cuidó con un cariño inmenso ante los ataques que recibía de gente malintencionada. Su última visita a Jaihuayco fue en el año 1949, cuando decide recoger a sus hijos que había dejado. Reunida la familia otra vez, llevándolos a Buenos Aires y con la inversión del alguna vez llamado "Gigante Camacho", quiso irse a los Estados Unidos para lograr un futuro mejor. Pero eso no pudo realizarse. Su cuerpo ya no aguantaba, su ser se hacía menos fuerte y finalmente una enfermedad en el corazón hizo el trabajo final de hacer descansar para siempre a Manuel Camacho.  

Vicenta se quedó viuda a los 32 años, y cuidó a sus hijos formándose en ellos la capacidad de ser educados en un establecimiento escolar y posteriormente realizar sus estudios en la universidad.

MUERTE DEL GIGANTE BOLIVIANO

La causa de muerte aún queda en duda - otros dicen que fue envenenado - al igual que la fecha dónde existen dos años diferentes. Uno que falleció en 1951 y otro en 1953. Aún queda por averiguar cuándo fue y por qué motivo. También medios de prensa afirman que siguió creciendo hasta alcanzar los 240 centímetros de altura.

Falleció en Buenos Aires, y sus restos, como fueron vendidos en vida por él mismo, se dirigieron a una vitrina en un museo de Buenos Aires durante 20 años y luego fueron a parar a otro museo en Nueva York. Posteriormente la familia, recuperó los restos y fueron enterrados en el Cementerio de Flores en Buenos Aires. Camacho junto con su esposa, Vicenta Gamboa, fueron cremados años más tarde.

Si bien existen errores o desaciertos sobre las aventuras de Manuel Camacho, no dejamos de admirar a un hombre, que a pesar de la burla y risa, siguió adelante con su familia de manera normal. Su hijo menciona que su mamá, Vicenta Gamboa, había quemado todos los papeles de Manuel Camacho. Aquí surgen las preguntas nuevamente. ¿Que documentos no quiso su esposa que fueran revelados? ¿Por qué motivo se ocultó información que nunca veremos? Tal vez para dejar en paz a la leyenda de Jaihuayco y que sea contada a través de voces y anécdotas.
 
EL ERROR HISTÓRICO DE JAIHUAYCO 


 
El valor y admiración que tuvo Manuel Camacho fue de gusto de la gente del lugar donde venía. Siempre que volvía a su tierra, muchas veces se realizaban fiestas llenas de algarabía y felicidad. Era un digno ciudadano, representante del país en diferentes partes del mundo. La población estaba contenta con él. La gente exigía que debía realizarse un monumento hacía el "Gigante" Camacho para que así varias generaciones admiren y conozcan que en Jaihuayco nació el hombre más alto de la historia de Bolivia.
El monumento por fin se hizo realidad en el año 2015. Ubicado a tres cuadras al sur de la plaza principal de Jaihuayco, se puede observar a un hombre con un poncho, sombrero y abarcas junto con un elegante niño que admira al colosal hombre que está a su lado. La intención fue buena. Pero...poco a poco la gente se dio cuenta que la imagen y figura no era de Manuel Camacho. 

El monumento pertenece al peruano Juan de la Cruz Sihuana, más conocido como el "Gigante de Paruro. Un personaje que distaba mucho de Camacho. Ante una serie de reclamos constantes de la junta de vecinos y familiares, a estatua no fue restaurada. El problema fue que la institución encargada de realizar dicho monumento no se informó detalladamente como era Manuel Camacho. Ante esto, podemos apreciar que - si sigue así - las siguientes generaciones verán a un hombre que realmente no era Manuel Camacho y que las anécdotas contadas por sus padres serán cuestionadas, más aún con la cometida falta hacia uno de sus antiguos pobladores que más atención tuvo alguna vez.

En los últimos meses se habló de una recopilación por parte de sus familiares, tanto bolivianos como argentinos, para publicar el libro sobre la vida oficial de Manuel Camacho Medrano. Esperamos que con ésta publicación de su biografía, se acaben las anécdotas, mitos o algunas historias inventadas, que llevan casi un siglo en la memoria colectiva.  

Manuel Camacho es uno de los ejemplos que comparte con otros personajes peculiares del país, que moviéndose por la tradición familiar van arrancando nuevas leyendas. Por ejemplo  el caso de la Tía Núñez, el Loco David o el Enano Ayalita.

Bibliografía 

1) Taboada Terán, N. (1981). Manuel Camacho: vida, pasión y muerte de un gigante (1a.ed.). La Paz, Bolivia: Biblioteca Popular Boliviana de "Última Hora".

2) Rocha Monrroy, R. (2010). 200 personajes cochabambinos (1a.ed.). Cochabamba, Bolivia: los Tiempos Edición del Bicentenario.

Hemerografia virtual

Amores y pasiones de un gigante nacido en la Llajta. (05/02/17). Opinion. Disponible en: https://www.opinion.com.bo/articulo/cochabamba/amores-pasiones-gigante-nacido-llajta/20170205000100571174.html

¿Quién era el gigante Camacho?. (06/03/19). La Razón. Disponible en: https://nos24.com/2019/03/07/quien-era-el-gigante-camacho/

Camacho, un gigante. (03/03/04). La Nueva. Disponible en: https://www.lanueva.com/nota/2004-3-3-9-0-0-camacho-un-gigante

Estatua homenajea al "Gigante" Camacho, pero su familia dice que no es de él. (13/09/19). Erbol. Disponible en: https://erbol.com.bo/gente/estatua-homenajea-al-%E2%80%9Cgigante%E2%80%9D-camacho-pero-su-familia-dice-que-no-es-de-%C3%A9l

domingo, 12 de julio de 2020

EL DR. BELISARIO SALINAS: ENTRE EL OSTRACISMO Y EL ELOGIO

BELISARIO SALINAS: ENTRE EL OSTRACISMO Y EL ELOGIO



Por Oscar Cordova Sanchez

En los primeros años como República, en Bolivia se formaban diferentes tipos de pensamiento político a través de la anarquía, desorden y caos, mayormente por la falta de corrientes que logren integrar las problemáticas de una nación recientemente creada. Los jóvenes a corta edad agarraban el arma y emprendían el camino hacia un mejor porvenir por el país; muchos de ellos asesinados en combate y olvidados; mientras otros vivieron y agarraron la ideología caudillista de ciertos personajes para detentar el poder y así mejorar sus condiciones de vida, más que las de su nación. Queremos destacar el caso de Belisario Salinas, quien fue fiel a su convicción de asegurar el bienestar de su país y más que todo el de su ciudad: La Paz.

Belisario Salinas nació el 10 de febrero de 1833, producto de una segunda nupcia del doctor paceño Esteban Salinas con María Remedios Belzu. Su padre, tenía el cargo de Conjuez de la Corte desde 1831, no pudo extender su cariño y amor paternal a su pequeño hijo Belisario, ya que falleció dos años después de su nacimiento (1835). Por lo mismo Belisario crecería sólo con el amor y ternura de su madre Remedios, que protegió, educó y alimentó durante años, para ir hacia un futuro de grandes dimensiones.
Su primera prueba para enfrentar la realidad del país y apagar los focos caudillescos y sublevados, fue a las órdenes del nuevo mandatario del país: José Ballivián, que fue su motivación y asimismo sus ideas de mejorar el país, más aún después de haber oído su grandeza y victoria en los campos de Ingavi en 1842. 
Belisario, a sus 12 años formó parte del ejército de Ballivián, siendo presentado en calidad de cadete. Nuestro personaje creía que sólo así podría asegurarse un bienestar económico que mantuvo su padre. No le importó en ese momento, como varios adolescentes y jóvenes, entrar a un establecimiento educativo, faltando a la promesa de hacer brillar la mente y oscurecer la violencia.
Pronto se daría cuenta que formar parte del gobierno "ballivianista" le traería problemas; más a su querida madre, angustiosa y temblorosa ante el único hijo que mantenía un amor acrecentado. Belisario estaba viendo las sublevaciones de varios ciudadanos que proclamaban el nombre del militar Manuel Isidoro Belzu, quién era su pariente por parte materna. Varios seguidores engrosaban las filas "belcistas", para una nueva y trágica historia que terminaría con varios crímenes. A Belisario no le gustó las consecuencias que sufriría si seguía agarrando el arma en su mano. De esta manera dejando el arma fratricida y el ejército boliviano, decide alzar el arma intelectual. En 1846, comienza - recién - sus estudios, con la promesa de la madre de querer un hábil ciudadano de bien, en el colegio Seminario de su ciudad natal. Logrando aprender y aprobar materias que poco a poco determinarán el gusto por el joven Belisario Salinas; pasaron diez años de estudio, sabiduría y práctica; y fue que salió bachiller de letras en 1855. Salinas observaba cómo fue formándose el militar querido por los grupos sociales que amontonadas y asfixiadas, coreaban las palabras: ¡Viva, Belzu!

Su madre Remedios, con la seguridad y confianza depositada en su hijo, lo envía hacia el continente europeo. Los ahorros en su viaje y estadía fue con el dinero de su padre difunto. La herencia paternal hace que conozca varios países, agarrando nuevas dinámicas de aprendizaje de idiomas - en especial el francés - para poder abarcar la demanda de libros que leía y pueda ejercer la carrera que estaba ya decidida. Durante dos años logra inmiscuirse en la sociedad francesa, con un interés que venía de su mente por formar un nuevo ciclo en el país. 

En 1857, Salinas después de aquellos dos espléndidos años, llenos de conocimientos y enseñanzas,  ingresa a la Facultad Oficial de Derecho de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz de Ayacucho, aprendiendo de manera metódica materias como Código Civil, Código Penal o Derecho Internacional, junto con profesores destacados que tuvo, entre ellos: Agustín Aspiazu, Félix Reyes Ortiz y Jacinto Villamil. 
Con toda la información y puesta en práctica se graduó de Doctor, en 1862. El Dr. Salinas seguía los pasos de su padre que tan poco lo conoció y que tanto lo mencionó.
Con todo su intelecto y destacado estudio del Derecho Internacional, fue ese mismo año, profesor del segundo año en la Facultad de Derecho y profesor en el idioma Francés, que había cultivado con destreza y agudeza en el continente europeo, en el colegio Seminario. Teniendo un buen recaudo para su supervivencia, a sus 30 años de edad, y debido a su capacidad intelectual fue invitado para ser Diputado por la provincia de Sicasica, cargo que consintió honrosamente. Meses después, aceptó ser miembro de la junta directiva del colegio de Educandas y consejero de la Universidad. Estos dos últimos cargos era para fortalecer la escasa fórmula de enseñanzas que se promovía en dichos establecimientos.

FUNCIONES Y ABANDONOS




Las consecuencias de la insurgencia popular belcista sobre la tiranía de Melgarejo, fue una decisión que tomó por sorpresa al Dr. Salinas, ya que era pariente de Belzu por línea materna, decide acompañar al general Belzu en el Palacio aquel trágico 27 de marzo de 1865. Siendo testigo de los sucesos que ocurrieron dentro del Palacio. Salinas se salvó de "milagro" y evadió a la muerte. Mientras veía a su familiar tendido en el suelo por su rival Melgarejo que dominaba el ambiente con firmeza y orden. Saliendo ileso del establecimiento, mandó una carta a su madre diciéndole que se iría a Perú, temiendo por su vida dentro del país. Meses más tarde, vuelve al país, en junio de 1865, en la proclamada revolución Constitucionalista, una insurrección de las provincias del sur del país contra Melgarejo. El Dr. Salinas toma el cargo de secretario general, a órdenes del Gral. Casto Arguedas, que comandaba la insurrección. Posteriormente la junta directiva de la universidad de La Paz lo llama  para tomar el cargo de Cancelario de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz de Ayacucho, cargo que ocupó entre 1865 y 1866. El odio y temor crecía contra el déspota Melgarejo. 
El Dr. Salinas, con la capacidad intelectual que destaca fue parte de una nueva insurrección. Siendo derrotadas las fuerzas opositoras sublevadas en el cerro Letanías, enero de 1866, Salinas vuelve al camino del ostracismo y la soledad. Dirigiéndose a Puno, fue nuevamente como profesor de Francés en el Colegio Seminario de esa localidad, en 1868. Salinas empieza a ser reconocido, tanto dentro como fuera del país, por su calidad humana y sus dotes de profesor, estadista, filósofo y político.
A la caída del "invencible" Mariano Melgarejo por Agustín Morales, en enero de 1871, el Dr. Salinas vuelve al país y es elegido diputado por La Paz y por la provincia Pacajes en la Asamblea Constituyente de 1871. Fue que en el corto periodo de Morales como presidente constitucional, Salinas adoptó medidas para resguardar la seguridad de la justicia ante la bravura del militarismo que mutilaba leyes, fusilaba hombres y despojaba tierras por intereses propios. 
Elegido como consejero de Estado entre los años 1872 y 1873, hizo reestructurar las medidas jurisdiccionales del país.
A la muerte de Agustín Morales, acompañó al Dr. Frías que fue presidente provisional y le tocó ser parte del Congreso Extraordinario en abril de 1873. Posteriormente, fue elegido prefecto de La Paz durante los años 1873 - 1875. En esos años tomó tiempo para sus asuntos familiares, laborales y del desarrollo de áreas alejadas de la ciudad. Tuvo una relación fraternal con el nuevo presidente elegido, Adolfo Ballivián que había seguido los pasos y pensamientos de José María Linares, en relación al respeto de la ley y imposición de la moral como una forma de desarrollo colectivo. Salinas lo acompañó hasta su temprana desaparición en febrero de 1874. 
Con la fama intelectual del Dr. Salinas, los medios impresos ratifican su valerosa hidalguía. En un artículo del diario "La Reforma", agosto de 1874, ratifican su valor como hombre ilustrado:
"En materia de capacidad, ilustración y carácter moral, el país conoce muy bien al Dr. Salinas sin que tengamos necesidad de recordarles que el departamento de La Paz debe a la firmeza de carácter de este distinguido boliviano".

COMBATES Y ASCENSOS

A finales de 1874, el batallón 2°, encabezado por sargentos en su mayoría, se amotinaron e hicieron estragos con los ciudadanos paceños. El Dr. Salinas, ya acostumbrado a la fuga, logra escapar a la región de Luribay. Conocido en esas tierras, logró reunir a jóvenes y salió victorioso contra los sublevados en la acción de Chacoma.
El 20 marzo de 1875, el Dr. Salinas, siendo prefecto de La Paz, junto con Mariano Baptista, Cnel. Peña, Cnel. Jofré, Daniel Calvo y unos cuantos funcionarios defendieron heroicamente el Palacio de Gobierno de los simpatizantes de Casimiro Corral. Perdidos totalmente los defensores con el incendio del Palacio de Gobierno, especialmente la parte de la cubierta, lograron salvarse en grupo y más tarde los cubrió las fuerzas del gobierno que vinieron desde Viacha a detener al lider de la insurrección Resini. La insurrección se realizaba por la no aceptación del Dr. Frías como presidente, que asumió por segunda vez y dirigía una debilitada nación que clamaba "mano dura" contra los traidores del pueblo y exigían un representante futuro del país. Ese representante fue el general Hilarión Daza.
Debilitado el pueblo por las constantes luchas y derramamiento de sangre, postula en las elecciones, en mayo de 1876, donde el Dr. Salinas presenta su candidatura para la presidencia por el oficialismo. Tres días antes de las elecciones, Daza realiza un “golpe de estado” al Dr. Frías y lo toma preso, pero éste recibe la acogida de la legación estadounidense. Ante esta situación turbulenta del país, el Dr. Salinas fue objetivo constante del general Daza, por esta razón fue encarcelado y llevado a Cuti. Durante meses estuvo viviendo en un pequeño cuarto oscuro. El Dr. Salinas empezaba a sentir el peso de la responsabilidad política y sus consecuencias. Hubiera estado feliz dictando clases o atendiendo a su madre Remedios que había perdido contacto con ella,  y más tarde se enteró que había fallecido.

EL CONFLICTO DEL PACÍFICO Y SUS REPERCUSIONES

Pero como todo no dura para siempre, fue liberado de su calabozo, al enterarse que la causa había sido por la invasión chilena a puertos bolivianos; el Dr. Salinas, indignado y furioso, el 15 de marzo de 1879  envía una carta al periódico "El Comercio". En la nota, se dirige a la nación de la siguiente manera:
"No teniendo aún permiso para ir a esa ciudad (departamento del Litoral) y ardiendo en justa indignación y entusiasmo como todos mis compatriotas, puedo declarar que llegado el momento de poner en acción el patriotismo boliviano y en ocasión oportuna, me presentaré armado para alistarme como soldado en cualquiera de los cuerpos de nueva organización formados por mis conciudadanos". Así el Dr. Salinas, con 46 angustiosos años, entregaría su intelecto y su fuerza vital al servicio integro de la patria.
Los hombres que alguna vez enfrentó ahora necesitaban su ayuda y apoyo. Es así que se dirige a Tacna junto con el ejército boliviano, y en esas tierras al norte del país fue designado Auditor de Guerra y Secretario General del Alto Comando; este último cargo fue después de que el general Daza fuera derrocado por el general Narciso Campero.
Posteriormente, en la Convención de 1880, fue elegido por segunda vez diputado por La Paz, cargo que no aceptaba, pero al ver que nadie podía dirigir la voz del pueblo paceño, optó por el cargo. Fue Presidente de la Cámara durante las sesiones. 
Por el mérito patriótico al valor civil, fue elegido segundo Vicepresidente de la República en el gobierno de Campero. Le tocó ser parte de la firma del Tratado de Tregua en 1884, siendo enviado Extraordinario. 
El Dr. Salinas nunca estuvo de acuerdo con ese tratado, por la nación y su gente olvidada y desterrada de su preciado mar. 

UN ADIÓS SIN VER A LA NACIÓN

Los cambios políticos hicieron en el Dr. Salinas querer alejarse del poder. Fielmente siguió los pasos del Partido Conservador y posterior a su cargo como vicepresidente, ocupó desde 1882 a 1891, cumplió como senador por La Paz. 
La vida, en última instancia, nuevamente lo manda al exterior de donde regresó ciego y así perdida la visión actúa correctamente en el cargo de senador. Los últimos días del hombre que sufrió tantos exilios, como elogios, se acercaban.
"Soldado valeroso, magistrado íntegro, ciudadano modelo. La pobreza para su hogar, las sombras para sus ojos, la noche para su alma. Triple corona de martirio que soportó resignadamente. El ciego Dr. Belisario Salinas, arrastrando sus años y su pobreza con más altivez". Así se leía, en un diario local, las hazañas hechas por el país y su inversión en ella. 
Poco después, fallece el 17 de julio de 1893, a sus 59 años, en una total soledad y falta de dinero.
Posteriormente, el pueblo paceño rindió homenaje a este noble patricio que formó alumnos en la universidad, que dejó leyes y programas necesarios para la época. La alcaldía paceña puso su nombre - para no quedar en el olvido - a una calle de la zona de Sopocachi. 

Bibliografía
1) Aranzáes, N. (2018). Diccionario Histórico del Departamento de La Paz (2a.ed). La Paz, Bolivia: Fondo Editorial Municipal.
2) De Mesa Gisbert, C., De Mesa, J. y Gisbert, T. (2012). Historia de Bolivia (8a.ed.). La Paz, Bolivia: Editorial Gisbert.
3) Salinas, JM. (1967). Historia de la Universidad Mayor de San Andrés (2a.ed.). La Paz, Bolivia: Imprenta de la Universidad Mayor de San Andrés.

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