domingo, 12 de junio de 2022

Daniel Sanchez Bustamante y la Revista de Bolivia

 Daniel Sánchez Bustamante y la Revista de Bolivia





Oscar Córdova Sánchez

Estudiante Universitario y Gestor Cultural

Durante finales del siglo XIX, ante la aproximación de una nueva literatura propia de

concepciones americanas como fue el modernismo, nació una propuesta por imponer

estas ideas e introducirlas en la literatura boliviana. Fue Daniel Sánchez Bustamante,

quién tenía la intención de importar nuevas formas de escritura al país y su Revista de

Bolivia, que fue base para formalizar una nueva tendencia para la creación de una

fórmula que una el modernismo a la poesía boliviana.

Antecedentes

En nuestro país, para la última década del siglo XIX, estuvo lleno de una turbulencia

interna sobre la base de los gobiernos conservadores y el ímpetu de agarrar el mando

de la nación por parte de los liberales. Por otro lado, además, varios intelectuales del

país proponían nuevas dinámicas en la esfera del conocimiento como la creación de

cenáculos literarios, revistas literarias o sociedades geográficas. Siendo así que varios

escritores, poetas en su mayoría, dejen de seguir los cánones románticos y pongan

énfasis a la lectura de obras de escritores latinoamericanos como Rubén Darío.

Daniel Sánchez Bustamante (1870-1933), hombre de gran peso intelectual, había

elevado su sabiduría desde su juventud, ya que, en el año 1889, a sus 19 años fundo,

junto con Carlos Bravo, la Sociedad Geográfica de La Paz con el objetivo de iniciar

estudios geográficos en el país y consolidar una base firme de regiones aun no

exploradas. El, posteriormente, invitó a hombres de ciencia como Agustín Aspiazu,

Nicolas Armentia, Nicanor Iturralde, Manuel Vicente Ballivián entre otros. Con esta

iniciativa, su guía y labor serian de gran proyección cultural.

El año 1898 es crucial para el movimiento político, social, económico y literario en

nuestro país. Político, por el auge del Partido Liberal y su propuesta de una “nación

federal”, siendo su desencadenante la lucha con el Partido Conservador

(constitucional) a la cabeza del presidente Severo Fernández Alonso, detonándose

una guerra civil a finales de ese año; social, por el cambio de la estructura de clases,

siendo la clase dominante, familias acaudaladas y provenientes de familias criollas,

Chuquisaca específicamente, desde años atrás, canjeada por un nuevo grupo

denominado mestizo o cholo, proveniente de su fuerza de trabajo para subir de rango

social, que se encontraba en Oruro y La Paz; económico por el auge del estaño en los

precios y vetas descubiertas, y la caída de la plata, siendo una lucha por el dominio y

control económico del país y finalmente literaria, que, empieza sus primeros pasos en

el movimiento modernista y en la nueva poesía propuesta ese año, como las de

Ricardo Mujía, Rosendo Villalobos o la del joven Franz Tamayo con su primera obra:

Odas. Siendo frecuentemente interrogado el modernismo, en artículos periodísticos y

ensayos de diversos estilos, definiendo claves para su potenciación en nuestro medio.

Ese mismo año, Sánchez Bustamante, con toda proyección de necesidad de expandir

el movimiento modernista, síntesis del parnasianismo y simbolismo, a nuestro país,

logra crear la Revista de Bolivia, siendo su fundador y principal director.

Una nueva transición para la literatura boliviana

La revista, publicada en Sucre, tiene como principales redactores a Francisco Iraizós,

Ricardo Mujía y Julio Zamora. Su publicación se hacía semanal, de 16 páginas a dos


columnas. El contenido de la revista tenía temas variados como critica, poesía,

historia, sociología, cuestiones jurídicas o transcripciones de autores extranjeros,

haciendo más diversas las páginas de tan insigne revista. Además, siguiendo el ideal

patriótico, en cada fecha cívica, la revista dedicaba un número. En cada homenaje que

hacía la revista, se escribía distintas apreciaciones sobre la fecha o la fundación de

alguna ciudad.

El primer número, publicado el 1° de enero de 1898, contiene al inicio un Prospecto,

firmado por Francisco Iraizós, donde da entender el porqué de la revista y la intención

de sus fundadores, dado para poner en conocimiento el país y su “pensamiento de

éste, aunque sea en proporciones infinitesimales (..) también al servicio de los

esfuerzos que hace la mente humana cuando quiere determinar el concepto del

mundo o dar forma definitiva a la noción de lo bello”. El sumario, además, contiene

poesías de Ricardo Mujía y Rosendo Villalobos, una transcripción sobre las

investigaciones matemáticas de Sir John Lubbock, un análisis sobre el Congreso de

Sociología de París, novedades, notas bibliográficas entre otros.

En este número encontramos el texto de Sánchez Bustamante titulado “El

pensamiento de Bolivia en 1897”, donde anota sobre la situación del país, para buscar

el espíritu de la nación y el progreso con miras a la consolidación del ideal patriótico;

sin embargo, refuta a que “el genio boliviano no tiene lugar para el culto a las ideas y

para el afinamiento de su sentido estético”. Aquí ya se ve la intención primordial del

autor, con un claro objetivo que intenta dar forma a las nuevas creaciones poéticas,

con base en el movimiento modernista y de “buscar inspiración en la conciencia

contemporánea”.

La Revista de Bolivia, según Carlos Medinaceli, afirma que tuvo “calor de hogar”,

dando cabida a la “siempre huérfana intelectualidad boliviana”, por ese motivo

Sánchez Bustamante, reunió a los más grandes talentos intelectuales bolivianos de

ese tiempo, como Pedro Kramer, Gabriel Rene Moreno, Jenaro Sanjinés, que

destacaban en la investigación histórica de nuestro país; Lindaura Anzoategui de

Campero, Adela Zamudio y Hercilia Fernández de Mujía, destacadas poetisas

bolivianas; Fr. Nicolas Armentia, Carlos Bravo, Valentín Abecia, en el área de la

investigación geográfica. Además, de un gran numero de poetas y escritores noveles

como Eduardo Diez de Medina y José Aguirre Achá.

Un singular antimodernista

Con la introducción, poco a poco, del movimiento modernista a nuestro país, hubo

mucho escepticismo y desencanto. Entre los redactores de la revista, destacamos a

Francisco Iraizós (1857-1930), que sacó a flote su talento literario.

Periodista y filólogo, destacado por haber escrito con valentía en contra del gobierno

de Narciso Campero, siendo apresado y, al mismo tiempo, ganándose una fama que,

con los años, tendría mucha importancia con sus escritos sobre temas internacionales.

Franz Tamayo consideraba a Iraizós “como al mejor escritor boliviano, sólo que no

escribe”. Es probable, su literatura es muy escasa, a decir de Medinaceli, afirma que

“lo poco que le conocemos revela, empero, lo señorial de su estirpe intelectual. Todo

en él es selecto, escogido, alquitarado”.

En el número 26 de la revista, publica el articulo “El modernismo en América”, que

viene con oposición a la nueva literatura que impregnaba el espíritu de los más

jóvenes. Calificando a sus difusores como "decadentes", "místicos", "parnasianos",


"estetas" y "diabólicos", dando a entender en un párrafo de su exquisito artículo, su

concepción sobre el modernismo:

“El modernismo verdadero, exceptuando su cabotinismo simbólico y su ecolalia

infantil, es una de las más aristocráticas y tentadoras enfermedades. Obedece a esa

vaga inquietud que se apodera de un cerebro para el cual no tiene finalidad la

existencia; busca en todos los rincones del pensamiento, sacudiendo todas las fibras

del organismo, más allá del dolor y del placer, más allá del bien y del mal, una gota de

agua salada que haga soportable el insípido manjar de la vida ordinaria. De ahí

provienen sus hermosas aberraciones, su manía de lo imposible, su odisea al través

de todos los infiernos y de todos los paraísos”.

Negando su ingreso, Iraizós da el sitial de su característica forma de escribir,

Medinaceli considera que fue un humanista “rara avis” en nuestro país, por no haber

pasado otras disciplinas para demostrar su talento vasto. Poco tiempo después

aceptaría su ingreso, ya con la venida de Castalia Barbara (1899) de Ricardo Jaimes

Freyre, que daba un salto importante en las letras bolivianas.

Epílogo de La Revista de Bolivia

En cuanto a la difusión y duración de la revista, tuvo 44 números publicados hasta el

23 de diciembre de 1898. Creemos que su desaparición se debió a las causas

políticas que el país vivía en ese momento, como la Revolución Federal. Además, que

la mayor parte de la redacción de la revista era paceña, incluyendo el director y más

de la mitad de sus redactores. Por esta cuestión, probablemente, se dio fin a la causa

de la integración total del modernismo en Bolivia.

Años después, Fabian Vaca Chávez, escritor beniano, en el prólogo de “Discurso y

Opiniones” (1905), de Sánchez Bustamante, libro que reúne sus artículos publicados

en la Revista de Bolivia y algunas conferencias, menciona sobre su satisfacción y

orgullo de haber leído La Revista de Bolivia, que hicieron sentir en el joven las “gratas

impresiones intelectuales” cuando era colegial. Y, efectivamente, la influencia de

Sánchez Bustamante tuvo eco hasta los años 30 del siglo XX en nuestro país, donde

la juventud buscaba el ímpetu y espíritu intelectual.

La Revista de Bolivia tuvo en su época, pasos agigantados para una nueva

infraestructura literaria de nuestro país; además, de introducir el realismo y

naturalismo, confiere a la revista, una forma de reforzar nuestro intelecto y un porvenir

mejor para nuestra patria.

Bibliografía

1. Alarcón, R. (1925). Bolivia en el Primer Centenario de su Independencia 1825-

1925. (1ª. ed.) Nueva York: The University Society Inc.

2. Lora, G. (1967). Historia del movimiento obrero boliviano. (1848 - 1900) (1ª.

ed.) Bolivia: Los Amigos del Libro.

3. Medinaceli, C. (1967). Carlos Medinaceli escoge: la prosa novecentista en

Bolivia; antología crítica (1ª. ed.) Bolivia: Los Amigos del Libro.

4. Paz Soldán, A., Wiethuchter, B., Ortiz, R., Rocha, O. (2002). Hacia una historia

critica de la literatura en Bolivia (1ª. ed.) La Paz: Fundación PIEB.

5. Peñaranda, A. (1962). “La Revista de Bolivia” (ficha-bibliográfica). Sucre.

6. Sánchez Bustamante, D. (1905). Opiniones y discursos (1ª. ed.) La Paz:

Imprenta Velarde.

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