BELISARIO SALINAS: ENTRE EL OSTRACISMO Y EL ELOGIO
Por Oscar Cordova Sanchez
En los primeros años como República, en Bolivia se formaban diferentes tipos de pensamiento político a través de la anarquía, desorden y caos, mayormente por la falta de corrientes que logren integrar las problemáticas de una nación recientemente creada. Los jóvenes a corta edad agarraban el arma y emprendían el camino hacia un mejor porvenir por el país; muchos de ellos asesinados en combate y olvidados; mientras otros vivieron y agarraron la ideología caudillista de ciertos personajes para detentar el poder y así mejorar sus condiciones de vida, más que las de su nación. Queremos destacar el caso de Belisario Salinas, quien fue fiel a su convicción de asegurar el bienestar de su país y más que todo el de su ciudad: La Paz.
Belisario Salinas nació el 10 de febrero de 1833, producto de una segunda nupcia del doctor paceño Esteban Salinas con María Remedios Belzu. Su padre, tenía el cargo de Conjuez de la Corte desde 1831, no pudo extender su cariño y amor paternal a su pequeño hijo Belisario, ya que falleció dos años después de su nacimiento (1835). Por lo mismo Belisario crecería sólo con el amor y ternura de su madre Remedios, que protegió, educó y alimentó durante años, para ir hacia un futuro de grandes dimensiones.
Su primera prueba para enfrentar la realidad del país y apagar los focos caudillescos y sublevados, fue a las órdenes del nuevo mandatario del país: José Ballivián, que fue su motivación y asimismo sus ideas de mejorar el país, más aún después de haber oído su grandeza y victoria en los campos de Ingavi en 1842.
Belisario, a sus 12 años formó parte del ejército de Ballivián, siendo presentado en calidad de cadete. Nuestro personaje creía que sólo así podría asegurarse un bienestar económico que mantuvo su padre. No le importó en ese momento, como varios adolescentes y jóvenes, entrar a un establecimiento educativo, faltando a la promesa de hacer brillar la mente y oscurecer la violencia.
Pronto se daría cuenta que formar parte del gobierno "ballivianista" le traería problemas; más a su querida madre, angustiosa y temblorosa ante el único hijo que mantenía un amor acrecentado. Belisario estaba viendo las sublevaciones de varios ciudadanos que proclamaban el nombre del militar Manuel Isidoro Belzu, quién era su pariente por parte materna. Varios seguidores engrosaban las filas "belcistas", para una nueva y trágica historia que terminaría con varios crímenes. A Belisario no le gustó las consecuencias que sufriría si seguía agarrando el arma en su mano. De esta manera dejando el arma fratricida y el ejército boliviano, decide alzar el arma intelectual. En 1846, comienza - recién - sus estudios, con la promesa de la madre de querer un hábil ciudadano de bien, en el colegio Seminario de su ciudad natal. Logrando aprender y aprobar materias que poco a poco determinarán el gusto por el joven Belisario Salinas; pasaron diez años de estudio, sabiduría y práctica; y fue que salió bachiller de letras en 1855. Salinas observaba cómo fue formándose el militar querido por los grupos sociales que amontonadas y asfixiadas, coreaban las palabras: ¡Viva, Belzu!
Su madre Remedios, con la seguridad y confianza depositada en su hijo, lo envía hacia el continente europeo. Los ahorros en su viaje y estadía fue con el dinero de su padre difunto. La herencia paternal hace que conozca varios países, agarrando nuevas dinámicas de aprendizaje de idiomas - en especial el francés - para poder abarcar la demanda de libros que leía y pueda ejercer la carrera que estaba ya decidida. Durante dos años logra inmiscuirse en la sociedad francesa, con un interés que venía de su mente por formar un nuevo ciclo en el país.
En 1857, Salinas después de aquellos dos espléndidos años, llenos de conocimientos y enseñanzas, ingresa a la Facultad Oficial de Derecho de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz de Ayacucho, aprendiendo de manera metódica materias como Código Civil, Código Penal o Derecho Internacional, junto con profesores destacados que tuvo, entre ellos: Agustín Aspiazu, Félix Reyes Ortiz y Jacinto Villamil.
Con toda la información y puesta en práctica se graduó de Doctor, en 1862. El Dr. Salinas seguía los pasos de su padre que tan poco lo conoció y que tanto lo mencionó.
Con todo su intelecto y destacado estudio del Derecho Internacional, fue ese mismo año, profesor del segundo año en la Facultad de Derecho y profesor en el idioma Francés, que había cultivado con destreza y agudeza en el continente europeo, en el colegio Seminario. Teniendo un buen recaudo para su supervivencia, a sus 30 años de edad, y debido a su capacidad intelectual fue invitado para ser Diputado por la provincia de Sicasica, cargo que consintió honrosamente. Meses después, aceptó ser miembro de la junta directiva del colegio de Educandas y consejero de la Universidad. Estos dos últimos cargos era para fortalecer la escasa fórmula de enseñanzas que se promovía en dichos establecimientos.
FUNCIONES Y ABANDONOS
Las consecuencias de la insurgencia popular belcista sobre la tiranía de Melgarejo, fue una decisión que tomó por sorpresa al Dr. Salinas, ya que era pariente de Belzu por línea materna, decide acompañar al general Belzu en el Palacio aquel trágico 27 de marzo de 1865. Siendo testigo de los sucesos que ocurrieron dentro del Palacio. Salinas se salvó de "milagro" y evadió a la muerte. Mientras veía a su familiar tendido en el suelo por su rival Melgarejo que dominaba el ambiente con firmeza y orden. Saliendo ileso del establecimiento, mandó una carta a su madre diciéndole que se iría a Perú, temiendo por su vida dentro del país. Meses más tarde, vuelve al país, en junio de 1865, en la proclamada revolución Constitucionalista, una insurrección de las provincias del sur del país contra Melgarejo. El Dr. Salinas toma el cargo de secretario general, a órdenes del Gral. Casto Arguedas, que comandaba la insurrección. Posteriormente la junta directiva de la universidad de La Paz lo llama para tomar el cargo de Cancelario de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz de Ayacucho, cargo que ocupó entre 1865 y 1866. El odio y temor crecía contra el déspota Melgarejo.
El Dr. Salinas, con la capacidad intelectual que destaca fue parte de una nueva insurrección. Siendo derrotadas las fuerzas opositoras sublevadas en el cerro Letanías, enero de 1866, Salinas vuelve al camino del ostracismo y la soledad. Dirigiéndose a Puno, fue nuevamente como profesor de Francés en el Colegio Seminario de esa localidad, en 1868. Salinas empieza a ser reconocido, tanto dentro como fuera del país, por su calidad humana y sus dotes de profesor, estadista, filósofo y político.
A la caída del "invencible" Mariano Melgarejo por Agustín Morales, en enero de 1871, el Dr. Salinas vuelve al país y es elegido diputado por La Paz y por la provincia Pacajes en la Asamblea Constituyente de 1871. Fue que en el corto periodo de Morales como presidente constitucional, Salinas adoptó medidas para resguardar la seguridad de la justicia ante la bravura del militarismo que mutilaba leyes, fusilaba hombres y despojaba tierras por intereses propios.
Elegido como consejero de Estado entre los años 1872 y 1873, hizo reestructurar las medidas jurisdiccionales del país.
A la muerte de Agustín Morales, acompañó al Dr. Frías que fue presidente provisional y le tocó ser parte del Congreso Extraordinario en abril de 1873. Posteriormente, fue elegido prefecto de La Paz durante los años 1873 - 1875. En esos años tomó tiempo para sus asuntos familiares, laborales y del desarrollo de áreas alejadas de la ciudad. Tuvo una relación fraternal con el nuevo presidente elegido, Adolfo Ballivián que había seguido los pasos y pensamientos de José María Linares, en relación al respeto de la ley y imposición de la moral como una forma de desarrollo colectivo. Salinas lo acompañó hasta su temprana desaparición en febrero de 1874.
Con la fama intelectual del Dr. Salinas, los medios impresos ratifican su valerosa hidalguía. En un artículo del diario "La Reforma", agosto de 1874, ratifican su valor como hombre ilustrado:
"En materia de capacidad, ilustración y carácter moral, el país conoce muy bien al Dr. Salinas sin que tengamos necesidad de recordarles que el departamento de La Paz debe a la firmeza de carácter de este distinguido boliviano".
COMBATES Y ASCENSOS
A finales de 1874, el batallón 2°, encabezado por sargentos en su mayoría, se amotinaron e hicieron estragos con los ciudadanos paceños. El Dr. Salinas, ya acostumbrado a la fuga, logra escapar a la región de Luribay. Conocido en esas tierras, logró reunir a jóvenes y salió victorioso contra los sublevados en la acción de Chacoma.
El 20 marzo de 1875, el Dr. Salinas, siendo prefecto de La Paz, junto con Mariano Baptista, Cnel. Peña, Cnel. Jofré, Daniel Calvo y unos cuantos funcionarios defendieron heroicamente el Palacio de Gobierno de los simpatizantes de Casimiro Corral. Perdidos totalmente los defensores con el incendio del Palacio de Gobierno, especialmente la parte de la cubierta, lograron salvarse en grupo y más tarde los cubrió las fuerzas del gobierno que vinieron desde Viacha a detener al lider de la insurrección Resini. La insurrección se realizaba por la no aceptación del Dr. Frías como presidente, que asumió por segunda vez y dirigía una debilitada nación que clamaba "mano dura" contra los traidores del pueblo y exigían un representante futuro del país. Ese representante fue el general Hilarión Daza.
Debilitado el pueblo por las constantes luchas y derramamiento de sangre, postula en las elecciones, en mayo de 1876, donde el Dr. Salinas presenta su candidatura para la presidencia por el oficialismo. Tres días antes de las elecciones, Daza realiza un “golpe de estado” al Dr. Frías y lo toma preso, pero éste recibe la acogida de la legación estadounidense. Ante esta situación turbulenta del país, el Dr. Salinas fue objetivo constante del general Daza, por esta razón fue encarcelado y llevado a Cuti. Durante meses estuvo viviendo en un pequeño cuarto oscuro. El Dr. Salinas empezaba a sentir el peso de la responsabilidad política y sus consecuencias. Hubiera estado feliz dictando clases o atendiendo a su madre Remedios que había perdido contacto con ella, y más tarde se enteró que había fallecido.
EL CONFLICTO DEL PACÍFICO Y SUS REPERCUSIONES
Pero como todo no dura para siempre, fue liberado de su calabozo, al enterarse que la causa había sido por la invasión chilena a puertos bolivianos; el Dr. Salinas, indignado y furioso, el 15 de marzo de 1879 envía una carta al periódico "El Comercio". En la nota, se dirige a la nación de la siguiente manera:
"No teniendo aún permiso para ir a esa ciudad (departamento del Litoral) y ardiendo en justa indignación y entusiasmo como todos mis compatriotas, puedo declarar que llegado el momento de poner en acción el patriotismo boliviano y en ocasión oportuna, me presentaré armado para alistarme como soldado en cualquiera de los cuerpos de nueva organización formados por mis conciudadanos". Así el Dr. Salinas, con 46 angustiosos años, entregaría su intelecto y su fuerza vital al servicio integro de la patria.
Los hombres que alguna vez enfrentó ahora necesitaban su ayuda y apoyo. Es así que se dirige a Tacna junto con el ejército boliviano, y en esas tierras al norte del país fue designado Auditor de Guerra y Secretario General del Alto Comando; este último cargo fue después de que el general Daza fuera derrocado por el general Narciso Campero.
Posteriormente, en la Convención de 1880, fue elegido por segunda vez diputado por La Paz, cargo que no aceptaba, pero al ver que nadie podía dirigir la voz del pueblo paceño, optó por el cargo. Fue Presidente de la Cámara durante las sesiones.
Por el mérito patriótico al valor civil, fue elegido segundo Vicepresidente de la República en el gobierno de Campero. Le tocó ser parte de la firma del Tratado de Tregua en 1884, siendo enviado Extraordinario.
El Dr. Salinas nunca estuvo de acuerdo con ese tratado, por la nación y su gente olvidada y desterrada de su preciado mar.
UN ADIÓS SIN VER A LA NACIÓN
Los cambios políticos hicieron en el Dr. Salinas querer alejarse del poder. Fielmente siguió los pasos del Partido Conservador y posterior a su cargo como vicepresidente, ocupó desde 1882 a 1891, cumplió como senador por La Paz.
La vida, en última instancia, nuevamente lo manda al exterior de donde regresó ciego y así perdida la visión actúa correctamente en el cargo de senador. Los últimos días del hombre que sufrió tantos exilios, como elogios, se acercaban.
"Soldado valeroso, magistrado íntegro, ciudadano modelo. La pobreza para su hogar, las sombras para sus ojos, la noche para su alma. Triple corona de martirio que soportó resignadamente. El ciego Dr. Belisario Salinas, arrastrando sus años y su pobreza con más altivez". Así se leía, en un diario local, las hazañas hechas por el país y su inversión en ella.
Poco después, fallece el 17 de julio de 1893, a sus 59 años, en una total soledad y falta de dinero.
Posteriormente, el pueblo paceño rindió homenaje a este noble patricio que formó alumnos en la universidad, que dejó leyes y programas necesarios para la época. La alcaldía paceña puso su nombre - para no quedar en el olvido - a una calle de la zona de Sopocachi.
Bibliografía
1) Aranzáes, N. (2018). Diccionario Histórico del Departamento de La Paz (2a.ed). La Paz, Bolivia: Fondo Editorial Municipal.
2) De Mesa Gisbert, C., De Mesa, J. y Gisbert, T. (2012). Historia de Bolivia (8a.ed.). La Paz, Bolivia: Editorial Gisbert.
3) Salinas, JM. (1967). Historia de la Universidad Mayor de San Andrés (2a.ed.). La Paz, Bolivia: Imprenta de la Universidad Mayor de San Andrés.
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