jueves, 6 de agosto de 2020

EL ATENEO DE LA JUVENTUD Y EL INTENTO DE BUSCAR EL ARTE AUTÉNTICAMENTE BOLIVIANO EN 1921



Por Oscar Cordova Sanchez

En la mitología griega, la diosa Atenea representaba todo el conocimiento, sabiduría y arte que emanaba en la Grecia Antigua y sus alrededores. Fue tal el culto a la venerable diosa, que en la mitología romana la llamaron Minerva. A partir de esta distinción, era influida la potestad de su divinidad en los griegos a tal punto que decidieron construir un templo en compensación a la diosa de la sabiduría, con el nombre de Ateneo. 

El Ateneo era un centro de reunión de personas dedicadas a la investigación, divulgación y promoción artística; con la capacidad de expandir la cultura de la región e influir a más gente que se dedique a la cooperación por la divulgación artística, literaria y científica. 

Con el paso del tiempo, muchos grupos crearon centros culturales con el nombre de Ateneo y es donde se produjo una fragmentación de su finalidad, con intereses más políticos que productivos. Su auge se dio en el siglo XIX, en países como España, Francia o Alemania cuando surgen la diferencia entre clases sociales fundándose con el objetivo de adherir a miembros de la clases alta con una orientación más cerrada y difundida sólo a familias pudientes. Mientras que otros ateneos, tenían a miembros de la clase media con una nueva configuración ideológica que se iba formando. Esto con miras a la posterior Revolución que se produjo en 1789.

En el continente americano, después de la creación e independencia de las naciones, se realizó intentos por hacer valores artísticos en grupos de personas dedicadas al culto como los griegos realizaban siglos atrás. 

En el caso de Bolivia, en sus primeras décadas, llevar adelante un programa de fomento en sus ciudadanos con el objetivo de divulgación científica o artística era casi sembrar en terreno estéril. La anarquía, el caudillismo, el militarismo, el abuso de poder y muchas otras demandas hacían imposible poner firme la difusión artística y científica en esos tiempos. Pero fue finalizando el siglo XIX y principios del siglo XX, donde se crearon varias instituciones culturales - mayormente efímeras - con la capacidad de producir y difundir  textos históricos y literarios por hombres amantes de la vida dedicada a la ciencia y arte. 

Instituciones como la agrupación paceña Asociación "Julio", en 1857; la Sociedad "Gutiérrez", en honor y tributo al historiador José Rosendo Gutiérrez, entre los años 1886 y 1888; algunas que aún perduran como la Sociedad Geográfica y de Historia Sucre, creada en 1887.

Todas estas y muchas otras fueron una demanda colectiva de carácter necesario para instalar la nueva vanguardia artística, filosófica e histórica. Pero también se crearon cenáculos literarios de profundo análisis de la realidad boliviana, con la intención de dar cuenta a su población de los problemas que embargaban a nuestro país. 

Con las guerras y golpes de Estado, fue que en la época liberal, se crearon varios grupos literarios que lograron atención que perduraron en varios estudios posteriores. 

Grupos como "Palabras Libres" con Alcides Arguedas y Armando Chirveches a la cabeza, en 1905; ó "Gesta Bárbara" con Carlos Medinaceli y Gamaliel Churata (Arturo Peralta), en 1918. Estos grupos fueron cobrando interés y lograron esparcir semillas que dieran fruto a nuevas generaciones de escritores. Es el caso de el Ateneo de la Juventud,  aglomerado de varios ciudadanos jóvenes talentosos, que logró durante la década de los años 20 expandir sus ideas y trataron de fomentar una "nueva literatura" del ser nacional.


LA IMPORTANCIA DE FRANCISCO VILLAREJOS


Según Fernando Diez de Medina, en su libro "Franz Tamayo: El hechicero del Ande" (1942), menciona que en el año 1910 se creó el "Ateneo Boliviano", con miembros descollantes como Franz Tamayo, Bautista Saavedra, Daniel Sánchez Bustamante, Daniel Salamanca y otros escritores de gran valía. Asimismo, se crearon otros ateneos, que tenían importancia más en sus ciudades de origen, tal es el caso del Ateneo de la Juventud en La Paz.

La idea proviene del periodista Francisco Villarejos, un joven inquieto y a decir de Alfredo Guillén Pinto tenía como objetivo "la creación de una literatura y un arte auténticamente bolivianos”. Fue así que con su condición de "iluminar a la sociedad paceña" logra, junto con el infatigable José Tamayo, crear la revista cultural "Inti", en 1920. Esta revista tenia en sus contenidos poemas clásicos, crítica de arte y reseñas de libros. Alguno que otro reporte actual de la política de ese entonces.


Gustavo Adolfo Otero fue uno de los principales escritores de El Ateneo de la Juventud


El año 1921, el joven y novel escritor Gustavo Adolfo Otero; que años antes había sido designado secretario privado en el gobierno liberal de José Gutiérrez Guerra. Sería conocido por su talento literario y por su sátira en sus escritos siendo jocoso y amable al mismo tiempo. Otero había decidido fundar la revista "Ilustración", que contenía el mismo material de información que la revista de Villarejos, aunque de manera más "ácida" informaba a los ciudadanos las ocurrencias y crónicas que armaba sobre el  republicanismo, que estaba al mando de la nación. 

La revista estaba conformada por Angel Salas, Saturnino Rodrigo y otros miembros que con el tiempo fueron dejando la revista para emprender nuevos caminos. Fue en este punto que Villarejos, a finales de 1921, teniendo información sobre la revista, logra enviar una invitación al grupo de "La Ilustración". Todo esto con la finalidad de poder entablar alianzas y poder crear un nuevo modelo de literatura nacional. Otero y sus amigos aceptaron, dirigiéndose al lugar de la reunión. La mesa, donde se iba a decidir la futura unión de ambos grupos, se encontraba en la casa del joven y reciente abogado Humberto Palza, que en unos años más, sería una figura eminente en teatro, poesía, novela y filosofía. Fue en esa reunión y con la presencia de casi la totalidad de los miembros de ambos grupos de las dos revistas, que deciden crear un sólo soporte de vanguardia literaria. A decir de Saturnino Rodrigo, que estuvo en el momento de la propuesta, mencionaba:

 "Se trataba de agrupar en una asociación a toda la juventud militante de artistas, intelectuales, maestros y periodistas que se agitaban en la ciudad, el propósito era crear un cenáculo que aunaba a todos a fin de realizar una obra trascendental. Esa juventud negaba todos los valores intelectuales y artísticos del pasado, no reconocía nada a la anteriores generaciones que apenas habían dejado un caos, quería renovarlo todo, hacer su propia cosecha y sumarse a las corrientes mundiales por medio de la creación del arte por la vida y las ideas". 

En efecto, el nuevo grupo ahora llamado Ateneo de la Juventud, anula el criterio de anteriores escritores que habían derrochado su fama individualista en obras que no lograba armar el rompecabezas común del alma nacional; y no poner énfasis en la importancia de la sociedad que no la leía, ni menos la mencionaba. Sólo décadas después se lograba leer y entender su intención.


EL MANIFIESTO DEL ATENEO DE LA JUVENTUD Y SUS MIEMBROS


Con las intenciones patrióticas y buscar a nuevos miembros; apareció el día 19 de diciembre de 1921, el Manifiesto del Ateneo de la Juventud, donde la posición del nuevo grupo conformado perseguía una nueva orientación artística boliviana. En el mencionado documento, se lee lo siguiente: 

"En el espíritu contemporáneo germinan propósitos de honda renovación y alientan energías rebeldes a los cuales no debe sustraerse la juventud estudiosa para crear un nuevo estado de inteligencia. Corresponden a los artistas y escritores de hoy, que no han recogido del pasado intelectual de Bolivia sino una herencia caótica...Se propone avivar entre sus adherentes las disciplinas que conduzcan a la formación del sentido estético, sin trabas que esclavicen a las tiranías del pasado y a las simulaciones del presente. El 'Ateneo de la Juventud' estudiará las nuevas tendencias artísticas que agitan el espíritu del mundo...Ingresamos en un campo de batalla donde tendremos que vencer venciéndonos a nosotros mismos". 

Entre los principales exponentes del grupo firmaron los siguientes personajes: 

Gustavo Adolfo Otero, José Tamayo, Humberto Palza, Zacarías Monje Ortiz, Saturnino Rodrigo, Enrique Baldivieso, Javier Paz Campero, Antonio Díaz Villamil, Alfredo Flores, Angel Salas, Humberto Viscarra Monje, Francisco Villarejos, Lucio Diez de Medina, Arturo Borda, Juan Capriles, Luis Felipe Lira Girón. Todos ellos con un porvenir exitoso, cada uno desarrollando más su área, ya sea poesía, teatro o pintura. 

Con todos los miembros se eligió a la primera directiva, compuesta por los siguientes jóvenes:

*Presidente: José Tamayo

*Secretario de Fomento y Cultura: Teddy Hartmann

*Secretario de Relaciones Exteriores: César Adriazola

*Secretario de Haciendo: Humberto Palza

*Secretario del Régimen Interno: Enrique Baldivieso


Arturo Borda, en su obra El Loco, comenta las anécdotas de cada viernes en las reuniones de El Ateneo de la Juventud

Con los jóvenes reunidos y buscados por Villarejos, en el transcurso de los siguientes meses todas aquellas fuerzas unidas llenas de hacer una modificación del arte en Bolivia que estaban dispersas, se reunían frecuentemente en casas de los miembros; donde la poesía, filosofía y nuevas formas de creación se mezclaban para dar algo novedoso. 

Ismael Sotomayor, destacado historiador y tradicionalista, menciona la labor genuina de los ateneístas: "Logró imponerse sobre todos los centros culturales del país, lo cual no fue sino una consecuencia del acierto con que supo proceder, de su tenacidad por levantar los niveles culturales en general y hacer conocer a los nuevos valores. Por la tribuna del Ateneo pasaron, alternándose con los más descollantes miembros de la propia institución, los mejores pensadores de Bolivia y varios de otros países como Alfredo L. Palacios, Diego Carbonell, José León Suárez, Teresa Porcallas de Rúa, etc". Añadiendo las reuniones de cada viernes, cuando se traía algún destacado en cualquier rama del arte, logrando absorber la magia de este y ponerlo a disposición de los miembros del Ateneo de la Juventud.


LA GENERACIÓN DEL 21 Y EL ATENEO FEMENINO


Ante el nuevo surgimiento del nuevo grupo, las manifestaciones políticas no se olvidaron de querer arrancar a miembros del cenáculo recién creado. Vistos por Bautista Saavedra, entonces presidente de Bolivia, con indiferencia y no poner todas sus manos en el contorno de ideas ya moldeadas, dejó seguir con normalidad a los ateneístas. 

Este grupo estuvo liderado por Gustavo Adolfo Otero, que firmaba sus escritos con pseudónimo de "Nolobeaz", y a su lado José Tamayo, hermano menor del poeta Franz Tamayo, quién tomaría las riendas socialistas años después. Estos dos jóvenes serían base para impulsar a sus amigos, dejando a Francisco Villarejos a un lado, quién los había unido meses antes. 

En 1922, con la particularidad que la ciudad de La Paz se constituía en la vanguardia artística y teatral, deciden estrenar ocho obras teatrales en el Primer Festival de Teatro, organizado y autofinanciado por sus miembros, con lo que varios críticos sitúan a éste grupo en la "Generación del 21", que engloba a toda la generación de jóvenes con un amor al arte en todas sus expresiones en el país. 

Con títulos de índole histórico como "La voz de la quena", de Antonio Díaz Villamil; la comedia en tres actos "La mejor escuela", de Angel Salas; temáticas incaicas como "El Dios de la Conquista", de Enrique Baldivieso; Humberto Palza da a relucir su producción con "La Felicidad". Si bien este hecho fue de producción, más se lo señala como una etapa histórica, y que aún no enmarca la situación del país en cuanto a la representación de obras. 

En un futuro Díaz Villamil, Salas y Palza darían vida en el teatro con temáticas de interés nacional como ser la migración, el racismo, el caudillismo o la cuestión de enclaustramiento de nuestro país. 

Con el paso de los meses deciden formar una nueva visión estética del arte. Ahora desde el punto femenino que hasta ese momento no lograba entrar en el fomento de las artes y ser aceptada por su capacidad intelectual. 

El 30 de abril de 1923, se decide fundar el Ateneo Femenino, siendo la primera institución femenina del país. Creado con una campaña del derecho al voto en la mujer y cobrar una representación que aún no le eran favorables a las mujeres a principios del siglo. El liderazgo fue otorgado a María Luisa Sánchez Bustamante, quién logró la independencia del Ateneo Femenino y fomentar la cultura intelectual de la mujer y lograr salir de los prejuicios del medio. Así con todo el máximo esfuerzo de los ateneístas, lograron varios logros en diferentes campos en una década que parecía estar sesgada de información.


CAMBIOS Y CAMINOS DIFERENTES


Con el paso de los años, la producción intelectual se hacía más extensa. Otero, Salas, Díaz Villamil y Palza eran las figuras que enarbolaron la bandera de una nueva síntesis boliviana publicando varias obras. Pero no todo lo que dura es para siempre, y fue que el Ateneo de la Juventud resulta ser víctima de aquellos miembros que proclamaban "unir fuerzas para un sólo arte en Bolivia". Por lo mismo el egoísmo e individualismo de varios de ellos, se hizo sentir y de a poco que la política acechaba sus convicciones. El primer intento de separación fue para la publicación y edición del tomo Bolivia en el primer centenario de su Independencia (1825-1925). Dicha obra se editaba en Nueva York.

La impresión de esta obra estuvo dirigida por Ricardo Alarcón, quien luego fue el editor del libro. Mencionemos que el libro recopila toda la producción intelectual y otras áreas diversas, en los primeros cien años de vida republicana.  

El presidente Saavedra, invitó a ciertos ateneístas para prestar servicios en sectores que estarían plasmadas en el libro. Otero fue invitado a realizar la Monografía de La Paz, Salas en el sector La Literatura Dramática en Bolivia. Además de algunos intelectuales que los habían llamado para dicho emprendimiento como: Daniel Sánchez Bustamante, Rosendo Villalobos, Juan Francisco Bedregal, Belisario Díaz Romero entre otros.


De esta manera El Ateneo de la Juventud, por la falta de unión y desgaste de sus miembros, sus actividades fueron suspendidas durante un tiempo indefinido. Pero fue la fuerza perseverante de Humberto Palza, que, gracias a las acciones coordinadas con el nuevo gobierno de Hernando Siles, lograron reactivar el Ateneo de la Juventud. Dotándolos de un local para sus actividades y la biblioteca de José Rosendo Gutiérrez, que años antes había sido recuperada por el Ministerio de Instrucción Pública. 

Con los materiales dotados, el 21 de marzo de 1928, se crea la Comisión Reorganizadora, con la conducción de Palza y que, dejando de lado su individualismo, adhiere nuevos miembros, conformando la nueva directiva:

*Presidente: Roberto Bilbao la Vieja

*Secretario de Relaciones: Martín Cárdenas

*Secretario de Cultura: Saturnino Rodrigo

*Secretario de Régimen Interno: Antonio Díaz Villamil

Con la nueva directiva, se incluyeron a jóvenes como Roberto Prudencio y Julio Calderón. 

Pero, fue su ambición trágica por intereses como la política, aliada del gobierno de turno, que formaría las filas del Partido de la Unión Nacional, donde Siles logró captar a muchos jóvenes, entre ellos, a los ateneístas. Rodrigo recordaría de esta manera: "Casi sin querer, aparecimos formando parte de la redacción de un diario que defendía las ideas y política nacionalista del gobierno. Y, cuando en 1930 se convocó a elecciones para diputados y senadores, casi todos, con muy pocas excepciones, resultamos incluidos en las candidaturas del Partido Nacionalista".

Humberto Palza, uno de los propulsores de El Ateneo de la Juventud.



FIN DEL ATENEO DE LA JUVENTUD


Con todos los nuevos adeptos al Partido de la Unión Nacional, se fragmenta el Ateneo de la Juventud. Convertido ahora en un núcleo ideológico y político. Posteriormente, con el derrocamiento de Hernando Siles, que proponía su prórroga en el poder, desaparece también las comodidades que se le dio al Ateneo de la Juventud. "Después fue la caída del gobierno del presidente Hernando Siles y nuestra caída; cuando regresamos a La Paz, no tranquilizados los ánimos ni atemperados los odios, el 'Ateneo de la Juventud' no pudo rehacer su vida, pues hasta su hogar le había sido arrebatado", menciona Rodrigo.

Años después, pasada la guerra del Chaco, se vuelve a organizar una nueva directiva a manos de Raúl Mendoza. Pero fue efímero su nueva orientación. Ya no había nuevos talentos que llamar, todo estaba tergiversado con los nuevos pensamientos postguerra y diversos artistas y escritores tomaron rumbos diferentes.


Fueron sus miembros, que con constancia y sacrificio organizaban concursos, festivales y proponían una renovación por el arte boliviano. 

No podemos dejar en el olvido, a este grupo de escritores que con el paso de los años, dieron grandes logros en la literatura boliviana, más allá de la ideología, con la convicción de sacar a luz, nuevas formas creativas.




Bibliografía

1) Lora, G. (1987). Historia de los Partidos Políticos de Bolivia (1a.ed.). La Paz, Bolivia: Ediciones "La Colmena".

2) La Paz en su IV Centenario 1548-1948. (1948). La Paz, Bolivia: Edición del Comité Pro IV Centenario de la Fundación de La Paz.

3) Muñoz, O. (1981). Teatro Boliviano Contemporáneo (1a.ed.). La Paz, Bolivia: Empresa Editora "Universo".

4) Paz Soldán, A., Wiethüchter, B., Ortiz, R. y Rocha, O. (2002). Hacia una historia crítica de la literatura en Bolivia (1a.ed.). La Paz, Bolivia: Fundación PIEB.



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