EL TAMAÑO Y VIDA DE UN HOMBRE ENTRE ANÉCDOTAS, FICCIONES Y VERDADES
Por Oscar Cordova Sanchez
Las anécdotas constituyen un hecho importante para armar la memoria colectiva y así percibir en la historia oficial de un lugar o de un personaje. Suele ser dirigido a través de un sector social que enmarca y delimita las grandes pericias y alcances que se tuvo de algún personaje o de algún hecho. Por lo mismo la anécdota a través de la historia oral, puede sufrir variaciones durante años antes que están sean escritas y puestas en un documento.
Pero estas pueden mostrar un conglomerado de verdades y falsedades, logrando así desviar la información extraída. Comúnmente en nuestro país existe una amplia gama de anécdotas sobre diferentes hechos en un determinado tiempo y lugar, pero lamentablemente no están recopiladas en un texto oficial que delimite entre lo verdadero y lo anecdótico. La historia oral en nuestro país es muy variada, pero ésta tiende a sufrir variaciones con el tiempo y la información puede ser, en muchos casos, errónea.
Es el caso del cochabambino Manuel María Camacho Medrano; donde la visión de la prensa, la anécdota y el uso de su nombre expandió muchas conjeturas que hasta el día de hoy se cuestionan.
Para entrar en la síntesis del paso de éste hombre, sacamos datos de fuentes antiguas y recientes; y al ver que la información de la prensa se mostraba deliberadamente equivocada, éste era un factor que determina en la causa principal para que sigan existiendo dudas sobre su vida y también - mucho más - sobre su muerte.
NACIMIENTO DE MANUEL CAMACHO
Según fuentes que más se toman en consideración sobre la fecha de su nacimiento, dicta que fue el 05 de agosto de 1899. Mientras que otras - y menos observadas - datan su nacimiento en el año 1904. Esto va añadido también por conocer el verdadero nombre de sus padres, donde existen dos versiones que difieren. El periódico La Razón menciona a sus padres, como Pablo Camacho y Juliana Medrano respectivamente. Mientras que el periódico argentino La Gaceta los nombra como Juan Camacho y Paulina Medrano. ¿A quién creer?
DESARROLLO DEL MITO
Estamos de acuerdo en su lugar de nacimiento. Nació al sur de la ciudad de Cochabamba, en la localidad llamada Jaihuayco, un lugar que en el tiempo de Manuel Camacho se realizaba la fabricación de ladrillos y era una zona agrícola en los primeros años del siglo XX. Tuvo cinco hermanos, de los cuales uno fue a la guerra del Chaco.
El pequeño Manuel no fue a la escuela a su corta edad y sólo se limitaba a hablar quechua, pero varios años después, ya en la fama alcanzada por su altura, dominó - lo mínimo - el idioma español.
¿QUIÉN LO DESCUBRIÓ O QUIÉNES LO DESCUBRIERON?
Manuel Camacho fue víctima del miedo de su comunidad; su vida infantil y de adolescente no fue muy buena. No ingresó tempranamente a la escuela - fue recién en 1929, que ingresó a la escuela Ismael Vásquez - ni fue al cuartel por las condiciones que su familia le imponía. Se decía que lo querían quemar, que lo miraban con terror y que no debía salir de su casa, que era la maldición del pueblo por semejante "criatura"; pero todo esto queda en la tradición oral. Sin embargo había una entrada para que la gente aceptara al “gigante Camacho”…era en el mundo del boxeo. Al joven Camacho le ofrecieron diversas ofertas para entrenarlo y que logre enfrentarse a rivales de talla mundial.
Entre las diferentes conjeturas que hablan sobre quién lo descubrió, está la del escritor Armando Montenegro en julio de 1923, que describe lo siguiente: "Fue descubierto en la región de Jaihuayco el gigante Camacho, por un robusto joven indigenista y comunistoide llamado Luis Ramos". Otros, como su propio hijo Gerardo Camacho, años más tarde, menciona que fue descubierto por el diplomático argentino Miguel Seleme en el año 1932, mientras Camacho ayudaba a levantar el carro del diplomático que estaba atascado en un montón de barro cerca de su casa en Jaihuayco.
EL BOXEO Y SUS CONSECUENCIAS
Manuel Camacho fue una persona humilde, generosa y amable. La gente, una vez que logra ver al hombre de 214 centímetros de altura y que llegaría hasta los 232 centímetros años más tarde, se amontona para ocupar un asiento en el teatro Achá de Cochabamba para ver la exhibición del ahora llamado "Gigante" Camacho.
Su primer contacto empresarial en el boxeo fue Miguel Seleme, quien lo llevó a los departamentos de Potosí, Oruro y La Paz. Su futuro se fue haciendo visible en el mundo de la lucha libre, boxeo y lucha greco - romana. Era hábil con las maniobras, añadiendo una fuerza que hacía rendir a sus contrincantes. Entre sus rivales que tuvo fueron Kentaro Hara, maestro del jui-jitzu; Esteban Barnes, luchador norteamericano; Jack Peter, campeón australiano de box. Cada una de estas peleas estuvieron envueltas de un público dichoso de tener un representante del país.
RETO DE IVAN PETROVICH
El "Gigante" Camacho, con la fama puesta a su tamaño y fuerza, tuvo una pelea con el luchador polaco Iván Petrovich, esto fue a favor de un reto que le hacía el polaco en Cochabamba a Camacho. Armando Montenegro, describe ésta pelea: "Fui el referee, frente a un público aullante que llenaba el teatro Achá. Comenzó la lucha, Camacho tratando de acostarse encima de Petrovich y éste colocando tantas llaves como si Camacho fuera una cosa vieja y crujiente cerradura. En cierto momento del combate y desde la supina posición a que lo sometía la fuerza del activo Ivan Petrovich, el gigante musitaba en quechua, palabras con que pretendía ganar mi parcialidad:
- Joven ay, kacharichihuay..., kacharichihuay. Nanahuaskan...Supay Gringo (Que me suelte, que me suelte. Me duele. Gringo del Diablo). Petrovich considerándose ya el vencedor, me miraba con ojos asesinos y ajeno al lenguaje de Camacho, desconfiaba. Por fin sonó el gong, finalizando el encuentro. El polaco hallábase montado sobre el gigante como sobre un caballo percherón. En cumplimiento de mi deber de juez, paré la pelea y declaré empatado el combate".
SU PELEA CON EL ARGENTINO LUIS ÁNGEL FIRPO ¿REALIDAD O FICCIÓN?
Existen dos versiones aún no esclarecidas sobre Manuel Camacho y su "dudoso" enfrentamiento con Luis Ángel Firpo, más conocido como el "Toro de las Pampas", en esta primera anécdota se anota que su enfrentamiento fue en el "Olimpic Ring". Pero no hay más datos...ni fecha ni año de la pelea, ni siquiera si hubo un dato sobre el resultado de la pelea. Por lo mismo, recientemente se fue sacando algunas aclaraciones sobre si realmente el "MachuCamacho", nombre con que entraba a pelear, se enfrentó al "Toro de las Pampas".
Está segunda versión, que salió de la revista Clarín, fue respaldada por muchas personas y de forma más verdadera, recientemente. Fue en el año 1925, centenario de la República, que Luis Angel Firpo había vuelto al continente sudamericano, y después de haber derrotado al norteamericano Jack Dempsey, en septiembre de 1923. Mientras se dirigía a su tierra natal argentina, descansó unos días en un hotel de la ciudad de La Paz, llegaba a través del ferrocarril que venía de Arica para llevarlo a Villazón y de ahí a suelo argentino. El público paceño, al saber de su llegada, se dirigió a la Estación Central y vieron al púgil argentino, de tanto alboroto, le llegan una serie de golpes y empujones, al cual Firpo responde con su derecha y con total normalidad. La gente se enfureció y quiso, después, entrar al lugar donde se hospedaba. Mientras tanto Manuel Camacho, llegaba a la ciudad unas semanas antes para el protocolo del Centenario de la República, siendo invitado por el mismo Bautista Saavedra. La gente al saber que el cochabambino se encontraba en la ciudad, lo fue a buscar. Pero ya era tarde la reacción del pueblo paceño. El "Toro de las Pampas" había dejado la ciudad y se marchó a su país. Ésta crónica se encuentra en la mencionada revista y es más creíble por la óptica actual. Camacho se ganaba el pan de cada día luchando, mientras que Firpo recibía miles de dólares sólo por exhibición. Gran diferencia...
CENTENARIO DE LA REPÚBLICA, EL ENANITO "AYALITA" Y LA ADMIRACIÓN EXTRANJERA
Nos encontramos ahora en el año 1925. Un nuevo año más de la fundación de la República de Bolivia. El presidente Bautista Saavedra ya había dejado su sello personal e individualista al concretar una serie de actos en diferentes partes del país. Así que quería mostrar lo mejor y también lo más exótico. Saavedra sabía a través de la prensa de la existencia de Manuel Camacho Medrano, el "Gigante Camacho". Pero también sabía de otro hombre, que a diferencia de Camacho, era mucho más pequeño en estatura. Su apodo era el "Enano Ayalita", oriundo de la zona de Cala Cala en Cochabamba. Era pues, un plan magistral para Saavedra traer a estos hombres que por su tamaño serían vistos como una "diversidad" en la raza aymara y quechua. La invitación fue aceptada, Camacho y Ayala fueron parte del show en la Exposición Internacional de La Paz. El escritor paceño Néstor Taboada Terán, hace alusión a este hecho: "El presidente que no era autoritario le pidió que le colaborará en el programa nacional de las celebraciones del Primer Centenario de la República. Ni corto ni perezoso viajó a La Paz en el tren ordinario. Y con el Enano de Cala Cala, vestidos de frac, con negros faldones, largos y estrechos, camisas blancas con corbata de tipo gato, se exhibieron en las puertas del Parlamento. ¡Juntos el más grande y el más pequeño de los hombres del país! Las misiones diplomáticas acreditadas ante La Paz, profundamente impresionada por el contenido humano y filosófico de la exhibición, encarecieron a sus esposas e hijas fotografiarse en los brazos del Gigante.
Tomaba profesionalmente a cada una en sus brazos, y ellas cómodamente sentadas, posaban para la posteridad. Damas, cholas y birlochas desfilaron por sus manos".
TUCUY SONKOYHUAN SALUDANI CAY HUANKE JATUM HACCTATA (DE TODO CORAZÓN SALUDO A ESTE GRAN PAÍS HERMANO)
Pasados unos años, Manuel Camacho para solventar a su familia, tenía esposa e hijos, conservaba aún nexos con varios empresarios que lo habían promovido años antes y gracias a su estatura, se va a vivir a Argentina. Gracias a una invitación para que sea parte de una serie de enfrentamientos en box, que posteriormente lo dejaría para ser parte del Gran Circo Norteamericano. Su hijo Gerardo Camacho menciona sobre el maltrato que sufrió su padre: "La gente dice que este político -refiriéndose a Seleme, el argentino que lo promovió años antes en el boxeo - se aprovechó de mi papá, que le hacía propaganda y cobraba a la gente por verlo ¡Vengan a ver! ¡Al hombre más grande del mundo! ¡Come medio cordero al día y bebe agua de un turril! Algunas veces salía de la mano de unos enanos que resaltaban su gran tamaño, otras, junto a un joven de 18 años para decir que era su “pequeño hijo” de 11. Todo era la mentira del circo para llamar la atención". Mientras seguía siendo exhibido en el Circo. Fueron muchos galenos a realizarle estudios fisiológicos y sanguíneos. Pero no encontraron ningún problema ni enfermedad.
Aquí en Bolivia, médicos como Carlos Aranibar mencionaban que era acromegálico. Esto supone un mal pronóstico ya que no hubiera podido realizar ningún deporte de forma normal en su vida. El "Gigante Camacho" por ese tiempo, posiblemente ante la falta de insumos económicos para su familia y bienestar, vendió su cuerpo en vida a un grupo de científicos para realizarle estudios cuando falleciera y posteriormente exhibirlo en un museo.
Durante cuatro años estuvo trabajando en el Gran Circo Norteamericano, donde viajó por diferentes partes del mundo y del país, mostrando la portentosa genética que se le había dotado la naturaleza, después estuvo trabajando en otros oficios. En los conflictos armados de la guerra del Chaco, se apartó del movimiento bélico, pero recibía cartas de sus vecinos en Jaihuayco y leía sobre sus experiencias al sureste del país. Durante su estadía en Argentina - su nieto afirma que estuvo viviendo 27 años en suelo argentino - siempre vistió con terno, corbata, camisa y pantalón. De manera elegante.
Se lo veía serio, amable y bondadoso. No tenía rencores con nadie ni tampoco fue objeto de burla en ese país que lo conocían como el "Rascacielos Humano" y que lo citaran como "la representación genuina del trashumante diplomático sin etiqueta de nobleza, ni blasones de rancia prosapia, pero eso sí con la admiración de ser el Gigante Boliviano".
Finalizada la guerra del Chaco, se fue a vivír a Tucumán para luego vivir en Buenos Aires; ya posterior a su trabajo en el Gran Circo Norteamericano. El argentino Isidoro Blaintein comenta su anécdota sobre Manuel Camacho: "Yo lo recuerdo irremediablemente vestido de "cowboy", bamboleando su soledad, caminando por las calles de Almagro precedido por el enanito que repartía los volantes de propaganda, y el hombre del trombón, vestido de escarlata con las letras bordadas en la espalda que decían "Gran Circo Norteamericano". Camacho seguía caminando, sin un gesto en la cara lampiña, una cara enorme de lunes para siempre".
ÚLTIMOS AÑOS
Manuel Camacho, quiso ser normal, que nadie más se fije en su estatura como medio de entretenimiento. A saber de esto, su esposa Vicenta Gamboa, que era 14 años menor que Camacho, lo cuidó con un cariño inmenso ante los ataques que recibía de gente malintencionada. Su última visita a Jaihuayco fue en el año 1949, cuando decide recoger a sus hijos que había dejado. Reunida la familia otra vez, llevándolos a Buenos Aires y con la inversión del alguna vez llamado "Gigante Camacho", quiso irse a los Estados Unidos para lograr un futuro mejor. Pero eso no pudo realizarse. Su cuerpo ya no aguantaba, su ser se hacía menos fuerte y finalmente una enfermedad en el corazón hizo el trabajo final de hacer descansar para siempre a Manuel Camacho.
Vicenta se quedó viuda a los 32 años, y cuidó a sus hijos formándose en ellos la capacidad de ser educados en un establecimiento escolar y posteriormente realizar sus estudios en la universidad.
MUERTE DEL GIGANTE BOLIVIANO
La causa de muerte aún queda en duda - otros dicen que fue envenenado - al igual que la fecha dónde existen dos años diferentes. Uno que falleció en 1951 y otro en 1953. Aún queda por averiguar cuándo fue y por qué motivo. También medios de prensa afirman que siguió creciendo hasta alcanzar los 240 centímetros de altura.
Falleció en Buenos Aires, y sus restos, como fueron vendidos en vida por él mismo, se dirigieron a una vitrina en un museo de Buenos Aires durante 20 años y luego fueron a parar a otro museo en Nueva York. Posteriormente la familia, recuperó los restos y fueron enterrados en el Cementerio de Flores en Buenos Aires. Camacho junto con su esposa, Vicenta Gamboa, fueron cremados años más tarde.
Si bien existen errores o desaciertos sobre las aventuras de Manuel Camacho, no dejamos de admirar a un hombre, que a pesar de la burla y risa, siguió adelante con su familia de manera normal. Su hijo menciona que su mamá, Vicenta Gamboa, había quemado todos los papeles de Manuel Camacho. Aquí surgen las preguntas nuevamente. ¿Que documentos no quiso su esposa que fueran revelados? ¿Por qué motivo se ocultó información que nunca veremos? Tal vez para dejar en paz a la leyenda de Jaihuayco y que sea contada a través de voces y anécdotas.
EL ERROR HISTÓRICO DE JAIHUAYCO
El valor y admiración que tuvo Manuel Camacho fue de gusto de la gente del lugar donde venía. Siempre que volvía a su tierra, muchas veces se realizaban fiestas llenas de algarabía y felicidad. Era un digno ciudadano, representante del país en diferentes partes del mundo. La población estaba contenta con él. La gente exigía que debía realizarse un monumento hacía el "Gigante" Camacho para que así varias generaciones admiren y conozcan que en Jaihuayco nació el hombre más alto de la historia de Bolivia.
El monumento por fin se hizo realidad en el año 2015. Ubicado a tres cuadras al sur de la plaza principal de Jaihuayco, se puede observar a un hombre con un poncho, sombrero y abarcas junto con un elegante niño que admira al colosal hombre que está a su lado. La intención fue buena. Pero...poco a poco la gente se dio cuenta que la imagen y figura no era de Manuel Camacho.
El monumento pertenece al peruano Juan de la Cruz Sihuana, más conocido como el "Gigante de Paruro. Un personaje que distaba mucho de Camacho. Ante una serie de reclamos constantes de la junta de vecinos y familiares, a estatua no fue restaurada. El problema fue que la institución encargada de realizar dicho monumento no se informó detalladamente como era Manuel Camacho. Ante esto, podemos apreciar que - si sigue así - las siguientes generaciones verán a un hombre que realmente no era Manuel Camacho y que las anécdotas contadas por sus padres serán cuestionadas, más aún con la cometida falta hacia uno de sus antiguos pobladores que más atención tuvo alguna vez.
En los últimos meses se habló de una recopilación por parte de sus familiares, tanto bolivianos como argentinos, para publicar el libro sobre la vida oficial de Manuel Camacho Medrano. Esperamos que con ésta publicación de su biografía, se acaben las anécdotas, mitos o algunas historias inventadas, que llevan casi un siglo en la memoria colectiva.
Manuel Camacho es uno de los ejemplos que comparte con otros personajes peculiares del país, que moviéndose por la tradición familiar van arrancando nuevas leyendas. Por ejemplo el caso de la Tía Núñez, el Loco David o el Enano Ayalita.
Bibliografía
1) Taboada Terán, N. (1981). Manuel Camacho: vida, pasión y muerte de un gigante (1a.ed.). La Paz, Bolivia: Biblioteca Popular Boliviana de "Última Hora".
2) Rocha Monrroy, R. (2010). 200 personajes cochabambinos (1a.ed.). Cochabamba, Bolivia: los Tiempos Edición del Bicentenario.
Hemerografia virtual
Amores y pasiones de un gigante nacido en la Llajta. (05/02/17). Opinion. Disponible en: https://www.opinion.com.bo/articulo/cochabamba/amores-pasiones-gigante-nacido-llajta/20170205000100571174.html
¿Quién era el gigante Camacho?. (06/03/19). La Razón. Disponible en: https://nos24.com/2019/03/07/quien-era-el-gigante-camacho/
Camacho, un gigante. (03/03/04). La Nueva. Disponible en: https://www.lanueva.com/nota/2004-3-3-9-0-0-camacho-un-gigante
Estatua homenajea al "Gigante" Camacho, pero su familia dice que no es de él. (13/09/19). Erbol. Disponible en: https://erbol.com.bo/gente/estatua-homenajea-al-%E2%80%9Cgigante%E2%80%9D-camacho-pero-su-familia-dice-que-no-es-de-%C3%A9l
Nuestra Bolivia, llena de sorpresas.
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