EL PRIMER PERIÓDICO PACEÑO
Escrito por Oscar Cordova Sanchez
Durante los inicios del presidente Andrés de Santa Cruz en mayo de 1829, hubo muchas actividades gubernamentales que debían ser elaboradas. Entre ellas estaba la información a la población sobre los asuntos administrativos, económicos y políticos del momento.
Una medida que implementaron para la difusión y propaganda del gobierno sería, en ese entonces, el periódico.
Gracias a la llegada de la imprenta a nuestro país, que fue el último en obtenerla, se fueron estableciendo paulatinamente medidas para la elaboración de periódicos. A palabras del escritor Santiago Vaca Guzmán, refiriéndose a llegada de la imprenta, señala:
"La introducción de la imprenta en el Alto Perú tiene su origen en la revolución americana; su uso y desenvolvimiento se opera con la consolidación de la independencia. Todos los escritos que antes de esa época era permitido vieran la luz pública, se enviaban a Córdoba para editarse en la Imprenta Real de Niños Expositos, ó se remitian á Lima, únicos centros editoriales de importancia en los virreynatos del Río de La Plata y el Perú".
La voluntad hizo que el primer periódico en Bolivia fuera “El Cóndor de Bolivia”, órgano oficial de difusión, que su antecedente era “La Gaceta de Chuquisaca”, que había sido cerrada a meses de su creación.
El Cóndor de Bolivia nacía el mes de noviembre, meses después del Acta de la Independencia Nacional. Si bien la publicación de éste periódico duró hasta 1828, debido a los problemas políticos y revueltas que se daban en ese momento; un año después se crearía otro periódico, en este caso paceño, más novedoso y que durará por casi una década. El medio impreso se llamaba “El Iris de La Paz”.
Fundado el 11 de julio 1829, el periódico tendría las bases para una concepción sobre hechos que serían destacados en el gobierno del Mariscal Andrés de Santa Cruz.
El periodista y dramaturgo Ángel Salas hace énfasis en la necesidad de un medio de difusión para el gobierno de Andrés de Santa Cruz: "Dándose cuenta del poder de la palabra escrita, que lleva la convicción de la grandeza de la obra que realiza hasta el albergue mismo de los ciudadanos, investiga en todos sus viajes si se han entendido sus órdenes. Y cuando le manifiestan que no las conocen, reitera, atribuyendo pena de responsabilidad a prefectos y gobernadores, que no debe dejar de leerse las gacetas porque contribuyen en gran manera a formar la opinión de los pueblos".
El fomento de la lectura sobre las decisiones gubernamentales serían de gran interés para el pueblo y que el gobierno reiteraba una unidad proveída de información fidedigna, eliminando informaciones falsas y anulando las sublevaciones que se manifestaban en esos momentos.
Los editores mandaron a realizar el Prospecto de Circulación, que citaría las características esenciales del periódico recién creado. Entre estos términos se encuentra lo siguiente:
"A este papel se ha querido dar el nombre de Iris de La Paz, para que desde su título prevenga a los lectores de que el objeto primario de su redacción es tratar por todos los medios de conservar, la armonía social, fomentar el respeto a las leyes, sostener con sanos principios la necesidad de un sólo régimen para la Nación, cuanto conduza a cimentar entre nosotros, la paz exterior y la tranquilidad del Estado". Siendo responsables de éste Prospecto de Circulación las siguientes personas: Mariano Calvimontes, Mariano José Asín, Benito Lazo, Agustín Tapia, Santiago Inos Córdova.
La colaboración en el nuevo periódico estaría a cargo de hombres afianzados en la unidad nacional, para el desarrollo colectivo de la sociedad y amparándose en la causa que con los años Santa Cruz iría modelando la futura Confederación Perú-Boliviana. Entre estos hombres están: Antonio José de Irrisari, José Joaquín de Mora, José Manuel de Loza, entre otros.
Fue en la imprenta Educandas de Manuel V. del Castillo, que el periódico “El Iris de La Paz” se editaba. En el epígrafe se observan dibujos que estaban constituidos por un arcoiris y debajo un Cóndor con una flor sosteniéndola, de vista de fondo el Illimani resplandeciente y la pequeña ciudad que lo acompañaba; debajo de ese dibujo se podía leer la frase "Bolivia en la discordia fue sumida; llamó á la Paz, y recobró vida".
Se distribuia cada sábado ininterrumpidamente y a partir de 1831 los días domingos. Era, pues, el único acceso de información que la población paceña y nacional se actualizaba con datos sostenidos en ese periódico y que podían comprarlo a sólo medio real de plata.
Siendo un defensor del gobierno de Santa Cruz, el “Iris de La Paz” solía entablar polémicas con otros periódicos de los países vecinos como Perú, Argentina o Chile. Fue el periódico peruano “La Brújula” con las que tuvo las más agrias polémicas y declaraciones sobre personajes tanto del gobierno peruano como boliviano.
El periódico estaba dividido en tres secciones: exterior, que era publicaciones sobre la países vecinos y su forma de gobierno; interior, sobre las cuestiones políticas, económicas y sociales de nuestro medio; y teatro, que daba algunos apuntes críticos sobre el teatro occidental y sus máximos exponentes, es el caso de Shakespeare, que muchas veces se representaban sus obras en pequeños salones aristocráticos de la ciudad.
En algunos números del periódico se añadía los Suplementos que contenían algunas publicaciones sobre la política y administración de Santa Cruz.
Entre algunos escritos patrióticos, que eran retribuciones hacia personajes donando algún material o creando una nueva ley, se encuentra el siguiente; fechado el domingo 11 de marzo de 1832, al ciudadano y cancelario de la Universidad Mayor de San Andrés Dr. José Manuel Indaburu:
"Conviene presentar al público para que le rindan la gratitud y el aprecio que se merecen. La estimación de sus compatriotas es la más lisonjera recompensa de un verdadero patriota por sus hechos justos o benéficos. Si los injustos, si algunos miserables roidos de la envidia pretender oscurecer el mérito, y usurpar el reconocimiento, ellos mismos para su mayor confusión aprueban interiormente lo que reprueban con sus labios, mientras viene la imparcial posteridad a asentar la virtud sobre la ruina de las pasiones.
Antes de anunciar el objeto de éste artículo, nos hemos obligado a hacer las precedentes reflexiones, que nos parecen exactas, para que no se crea que hablamos por afecciones particulares, sino del verdadero merecimiento. El Doctor José Manuel Indaburu ocupado constantemente en servir a su patria, é ilustrar sucesivamente a la juventud de uno y otro sexo por más de catorce años, ha proporcionado unas máquinas e instrumentos de artes para el bien de la juventud de éste departamento; los ha costeado desde la Europa, los hemos visto ya: y hemos sabido ser su voluntad donarlos a la universidad mayor de esta ciudad, con la precisa condición que sea su inamovible propiedad. La opinión le sanciona su distinguido patriotismo".
Fue así sus distinciones que el “Iris de La Paz” expresaba la gratitud de sus entes servidores públicos; una modestia aparte se hacía valer de las grandiosas acciones del Mariscal de Zepita y es, en este caso, frecuentemente investigado éste periódico por historiadores.
La gloria no duró mucho y tendría su fin en 1839. Santa Cruz derrotado en la Batalla de Yungay en enero y acabando su mandato con su renuncia a la presidencia en el mes de febrero, sin apoyo total, logró escapar rumbo a Ecuador. Las nuevas medidas políticas dieron un retroceso continuo y fue así que el “Iris de La Paz”, sin el apoyo gubernamental ni económico...desapareció.
Carlos Montenegro destaca que en el gobierno de Santa Cruz, el periodismo "cambió radicalmente su sentido, como todas las actividades de tipo intelectual en lo que atañe a nuestro pueblo".
El “Iris de La Paz” fue uno de los periódicos que más atención tuvo; ya sea por las acciones gubernamentales positivas que engrandecieron el orgullo boliviano como también por los responsables del mismo periódico, que constantemente hacían la distribución hacía diferentes partes del país. Pero la traición, engaño y mentira oscurecieron a la Nación negando el dote estadista de Andrés de Santa Cruz, un hombre que tanto aportó y que tan poco conocemos.
Se tuvo que esperar seis años para que otro periódico paceño aparezca; este medio impreso se llamó “La Época”, que en tiempos donde el fin de ballivianismo se hacía inminente y el surgimiento del belcismo tomaría el poder.
Bibliografía
De la Quintana, R. (1988). Esbozo sobre periódicos y periodistas paceños (1a.ed.). La Paz, Bolivia: Empresa Editora "Urquizo".
Montenegro, C.(2016). Nacionalismo y coloniaje: su expresión histórica en la prensa de Bolivia (4a.ed.). La Paz, Bolivia: Biblioteca del Bicentenario de Bolivia.
Hemerografía
Patriotismo.(11 de marzo de 1832). El Iris de La Paz, p. 4.
Interesante, no sabia de los orígenes del periodismo en Bolivia.
ResponderBorrar